lunes, 10 de marzo de 2014

SOY LA DUEÑA DE MI SER






obra de David Inshaw



Entre las poquitas cosas que podemos decidir de verdad en un mundo que mueve caprichosamente los hilos de nuestro destino, están dos muy claras: si queremos crear una vida nueva y si queremos acabar con la nuestra.
Cuando llega por accidente un embarazo no deseado, es la interesada, con su cabeza y sus convicciones, la que tiene que optar por seguir adelante con ese proyecto o abortarlo, la que tiene derecho a determinar si un nasciturus que a las 14 semanas mide 30 gramos (se puede abortar mucho antes, a la primera falta, con dos semanas), sufre , tiene alma y ganas de vivir, o si por el contrario ella quiere que siga el destino de los billones de óvulos que se pierden para la fecundación en el mundo — y aun así, mucho ojo, por cada cien personas que mueren cada minuto, nacen doscientas.
Siempre se ha abortado y se abortará cuando la situación lo requiera, sin miramientos hipócritas e interesados, solo que en los países civilizados hace mucho tiempo que se hace de una forma digna y sin riesgos innecesarios. 
Algunas veces la pareja, el dueño del esperma y padre putativo, suplica a la mujer que tenga ese niño, digo suplica, y entonces a ella le toca elegir entre lo que le pide el cuerpo o complacerle a él. 
Algunas veces esto ocurría así, o de mil maneras más, siempre dolorosas, hasta que llegó la ley del señor Gallardón, que a partir de ahora decide por "todos y todas", parejas o parejos, católicos o ateos, conservadores o progresistas, da lo mismo. Desde la poltrona donde lo sentó él sabrá quién, hizo retroceder España de un plumazo treinta años, él sabrá porqué. Tiene el cinismo de llamar a su ley "... de los derechos de la mujer embarazada", después de prohibirle abortar incluso si hay malformaciones fetales gravísimas.
Ojalá que pronto su partido tenga que sacrificar esta prometedora carrera en aras de no perder demasiados votos, así nos veremos libres de esta lumbrera, otro ambicioso servil de los que proliferan en un país de bazofia y bla bla bla.
Estamos cansados de discursos surrealistas, de un patético triunfalismo mezclado a partes iguales con un justificado complejo de inferioridad, aunque sean capaces de afirmar sin sonrojarse cosas como que "ya estamos volviendo a ser el motor de Europa". Sic.
Será desde la cola del tren, como siempre. 
Es bien cierto eso de que todo estúpido habla como se los estúpidos fuesen los demás.



obra de René Magritte

4 comentarios:

  1. Sempre achei que nenhuma mulher faz um aborto de ânimo leve, nem sem muito sofrimento. As razões podem ser muitas, mas acredito que uma mulher que o faça sofre muito.
    Sou a favor da despenalização, porque se um mulher chega ao extremo de fazer um aborto, pelo menos que o possa fazer em condições de higiene e sem riscos para a saúde.

    As pinturas são lindas, como sempre. A de cima transmite-me uma imensa solidão, alguma tristeza...

    Um beijinho e boa semana!

    ResponderEliminar
  2. Sim, Maria, eu concordo contigo! Tudo o resto é hipocrisia crassa: sempre se abortou, claro, o que vaiavam eram as condições em que as mulheres abortavam... Abortos ditos "caseiros", feitos por curiosas, abortos com alguma seguranças, e abortos em clínicas que há e houve sempre para os que tinham posses.
    Como tu dizes e eu repeti: "Siempre se ha abortado y se abortará cuando la situación lo requiera, sin miramientos hipócritas e interesados, solo que en los países civilizados hace mucho tiempo que se hace de una forma digna y sin riesgos innecesarios."
    Era com certeza uma decisão difícil, por vezes partilhada, por vezes não. Depois, chegaram "as luzes", uma lei: em França, aqui, depois aí: a mulher decide se não pode ou não quer ter o filho que antes de ser filho é o tal óvulo que vai crescendo... Uma criança deve ser recebida com amor, com vontade, com capacidade de a poder alimentar e educar. E não "ao Deus dará" -porque Deus às vezes dá, às vezes não dá..."De mil maneras más, siempre dolorosas" E hoje? Por aí, chegou "la ley del señor Gallardón, que a partir de ahora decide por todos y todas: parejas o parejos, católicos o ateos, conservadores o progresistas, da lo mismo."
    Não se deve andar para trás! No fundo, o futuro do Homem é o avanço e o avanço depende da liberdade...
    Um beijo.
    Lindas imagens as duas... Magritte encanta-me, mas a 1ª é maravilhosa de cor e alegria!

    ResponderEliminar
  3. Eis um dilema, mas fazer de conta que ele não existe é horrível.
    Vamos lá, andando e tentando acertar. Lembrei de vc:

    Agora é oficial, a Cozinha dos Vurdóns é marca registrada internacionalmente...um presente e tanto para as mulheres da cozinha dos Carroções.

    bjs muitos
    você faz parte disso.

    ResponderEliminar
  4. De acuerdo en todo, querida María, me parece un espanto que políticos mediocres se pongan a decidir lo que tenemos que pensar o creer. Es demasiado, a los católicos nadie les obliga a divorciarse o a abortar, pero que vivan y dejen vivir de una vez. Y se lo dice una persona casada con una mujer que ha tenido dos hijos más de los que habíamos planeado, pero porque así hemos decidido, no por que se nos obligase, faltaría más. Quiero creer que esta sinrazón tiene los días contados, y el señor Gallardón en política también. No se puede ser más rastrero con los poderes fácticos, él que hace unos años iba de progre. Se le ha visto la patita.
    QUe pase un buen día pese a todo , un abrazo.
    Manuel

    ResponderEliminar