lunes, 25 de agosto de 2014

viernes, 22 de agosto de 2014

AHORA








obra de Helio Korzhev-Chuvelev




Los que vamos a cumplir las setenta campanadas aun hemos conocido otro mundo, un mundo en que nos estafábamos y matábamos los unos a los otros como siempre, pero donde todavía no se había puesto en peligro la supervivencia de la especie humana y de muchas otras, como ahora. 
Ahora, que está todo tan controlado pero el caos nos ronda como nunca, ahora que somos más listos y más locos, ahora que lo mismo se repone una muela que un corazón, ahora que tenemos en casa un cacharro que igual nos enseña a guisar unas lentejas que nos explica el Big Bang, ahora que desde el sofá sufrimos en directo todas las barbaridades de los hombres, ahora que es una feria de luz y color el planeta al que se le clava el puñal cada día más hondo para que siga la función, ahora que un millón de amigos virtuales acompañan nuestra inmensa soledad, ahora que sobran los viejos y escasean los niños, ahora que son otros los miedos de toda la vida, ahora que miramos a otra parte mientras no llega la verdad de la gran mentira, ahora que todo va mal menos el conocimiento: confiemos en que los científicos nos salven de este embrollo y encuentren la salida antes de que se vaya todo al carajo.




obra de Rex Whistler



domingo, 17 de agosto de 2014

jueves, 14 de agosto de 2014

LA SEÑORA FERRUSOLA









obra de Jonh Brack




La señora Ferrusola ha sido durante 23 largos años la Primera Dama de la Generalitat, esposa ella del aún titulado molt honorable, un hombre fisicamente bajito pero con la autoestima muy alta, que afirmaba con esa autoridad que se gastaba que el resto de los españoles robaba a Cataluña. Punt.
Otro día la pareja Pujol salió de su escondite en el Ampurdán, acorralados por la prensa después del fétido bombazo, y ella le susurró a él : " Tranquilo, que esto se olvida pronto". Tenía una mirada entre chula y diabólica, desafiante, que daba frío.
Señora Ferrusola, la dignidad es como el barro en los coches, si están limpios nadie se fija, pero si no, siempre hay un dedo que escribe guarro en el cristal : las personas terminan cayendo en el olvido, por muy importantes que sean en un momento dado, pero los apellidos, señora, hay que dejarlos lavados a las generaciones venideras, porque no solo de dinero vive la Historia, aunque también, por desgracia. Dentro de muchos años seguirá escrito en los papeles la catadura moral de su compinche, figura política que fue de gran relieve en este país multicultural llamado España.
Crea usted, aunque le parezca imposible, que se puede ser feliz con una vida limpia y sencilla, inteligente y sana, más que sentado sobre millones pringados de mierda. 


obra de Kees van Dongen