jueves, 27 de agosto de 2015

ESCRIBIR PARA QUÉ






obra de Ion Theodorescu Sion



Escribir conjura miedos y soledades, es como cambiar silencios soterrados por palabras que vayan controlando la penumbra, como querer limpiar la casa y llenarla de aire fresco, como una forma muy mística de mantenerse vivo por dentro después de sobrevivir a la edad de la inocencia. 
Quién escribe ama el lenguaje tanto como la vida, quién escribe siempre ha escrito, quién escribe intenta estructurarse, sostenerse, no perder el norte y ser dueño de sí mismo.
Se puede escribir por escribir, sin necesidad de ser leído o comprendido, solo para quererse un poco y soportar mejor los baches del camino. Sin motivo ni finalidad. Escribir porque sí.
En cada momento de la vida escribí teniendo en mente una persona, siempre una sola, igual que hoy.




obra de Pablo Picasso

lunes, 10 de agosto de 2015

jueves, 6 de agosto de 2015

LA ROPA QUE NOS DESTAPA






óleo de Aristid Maillol


Cuando el calor es agobiante, e incluso sin serlo, vemos espectáculos impensables hace medio siglo en lo que a vestimentas se refiere. Felizmente no todos perdemos el norte y el mínimo sentido del ridículo, (a una amiga mía le desapareció la llave del coche en la arena de la playa y quiso morirse por volver a casa en taxi, con un escueto bikini y las crudas carnes al viento).
La ropa nos ampara y nos protege, nos ayuda a parecernos un poquito más a lo que querríamos ser, incluso a veces concede una solemnidad y relevancia que sin ella no sería posible. Como dijo Mark Twain, "la ropa hace el hombre", pero con anterioridad el hombre se hace a sí mismo cuando la elige más clásica o más transgresora, insulsa, extravagante, vulgar, chic, descuidada, pulcra, amorfa, sensual, apocada, carismática...
Ironías de la vida, cuando nos vestimos tapamos con recato lo que todos tenemos igual (dentro de un orden...), y sin embargo queda al descubierto lo que cada uno tiene de más suyo.



óleo de John Listjon Byan Shaw