sábado, 31 de agosto de 2013

miércoles, 28 de agosto de 2013

AMANTES





óleo de John Mckirdy Duncan


Se amaban locamente, eran tan plenos amándose que no se cambiarían por nadie, aquél amor les hacía sentir felices, valientes, únicos, solo aquél amor les daba sentido, cada uno se veía en el otro como en un espejo que le devolvía la misma pasión con que miraba. No pararían de quererse aunque el mundo se abriera y les tragase, porque sin aquél amor la vida era una brújula sin aguja, un laberinto sin salida, una noche sin mañana, una espera sin esperanza, un velero sin mar, una casa vacía, un niño sin ternura, un perro sin dueño, un mundo sin pájaros, una fiesta sin risas, un pozo sin agua, un cuerpo sin piel, un grito sin garganta, un adiós sin retorno...


óleo de Ismael Nery

sábado, 24 de agosto de 2013

miércoles, 21 de agosto de 2013

PASA LA VIDA






obra de Andrea Gram


Son las cinco de la tarde, pero con treinta y muchos grados afuera, no queda más remedio que esperar en algún lugar de la casa que cambie el viento para poder salir a respirar aire fresco...
Llevo días sin encender el ordenador por falta de ganas de encenderlo, así que voy aprovechar la calorina para ver si consigo decir algo que me refresque por dentro: como bien dijo Ortega y Gasset "yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo"...
Me gusta el pensamiento de este filósofo que he releído estos días de calor tan asfixiante, y si, aprendemos a ser realistas en cuanto a expectativas al darnos cuenta, por lo general bastante tarde, de que la vida es más llevadera y amable si la aceptamos tal como viene, manteniendo la ilusión. No podemos evitar que el mundo de bandazos, a veces terribles, pero se soportan mejor las sombras si se mira siempre hacia la luz.
Muchas veces los golpes más duros nos vienen de dentro, nos ahoga el miedo a lo que está por llegar o los recuerdos trasnochados y no resueltos de lo que ya no importa; pasamos más tiempo preocupados con lo que pasó o lo que puede pasar que con lo que verdaderamente está pasando.
Afirma José Antonio Marina que hay que actuar sobre nuestra escala de valores antes que sobre nuestro problemas reales, porque en nuestra sociedad tan "trivializada" ha aumentado el sufrimiento trivializado — el pedir demasiado a la vida, los "pseudo valores" causan unos pseudo problemas tan difíciles de lidiar o más (!) que los problemas de peso. Y lo mismo acontece, dice, con las "pseudo felicidades inducidas por satisfacciones triviales" (sic), hechas de alienación y mentira, y que pueden llegar a no producir más que tedio.
Escribió Stendhal en su diario que el único secreto es "ser tranquilamente, obstinadamente, uno mismo".


  Um vestido de chita bem lavado,
   cheirando a alfazema e a tomilho.
      Com o luar matar a sede ao gado,   
              dar às pombas o sol num grão de milho...

Florbela Espanca


óleo de Paola Modersohn Becquer

miércoles, 14 de agosto de 2013

lunes, 12 de agosto de 2013

¿TE ACUERDAS CUANDO...?






Tablas de Daimiel

Con el tiempo nuestros recuerdos no coinciden en casi nada con los de los otros, aun cuando los caminos hayan sido paralelos. Todo va quedando envuelto en una densa bruma, todo se hace borroso hasta para quién lo vivió en primera persona, solo quedan flashes, incluso cosas sin importancia aparente que por algún misterio de las neuronas llevamos en la mochila para siempre y que cuando nos vienen al pensamiento es como si hubiesen pasado ayer, nítidas y cercanas, aunque tengan más de medio siglo. Momentos, gozos, fracasos, grandes gestos ideales, lo que no hemos recibido, lo que no hemos dado, aquella puñalada que sangró tanto, aquél desengaño que costó tiempo en digerir, la noche de aquél día, el día de aquella noche, lo que nos hicieron y a veces (¡las que menos!) también nuestros errores, por lo general nada que siga teniendo demasiada importancia con el paso inexorable de la vida.
Cada cual se queda con lo que quiere quedarse, es inútil buscar la verdad que ya tampoco es relevante, no sirve de nada estar rebuscando en el sótano del pasado cosas que no retuvimos porque seguramente ni siquiera nos llamaron la atención, por mucho que a otros sí, o viceversa. 
No hay dos versiones iguales de los hechos, la memoria es tan extraña e inverosímil, dicen, que podemos llegamos a creernos historias que inventamos enteras, de tanto repetirlas.
Cada loco con su tema y cada uno con su cuento personal e intransferible, medio vivido y medio soñado. Como dice el neurocientífico Xurxo Mariño, los seres humanos somos una " máquina de realidad virtual"...
Por eso es muy difícil saber con seguridad si lo que sentimos y pensamos es realmente cierto, si los otros sienten y piensan lo que nosotros creemos que sienten y piensan, si las personas a quién más queremos son las que más nos quieren (no tienen porqué), en fin, qué parte de verdad y de mentira hay en esa realidad virtual de que habla Mariño.
Casi nada es como lo vemos, solo hay verdades a medias y nosotros nos quedamos siempre con lo que más nos gusta y nos protege; como cuando se apaga una estrella y seguimos viéndola cintilante en la noche.
Todo es breve y confuso, tratamos de guardar los recuerdos que elige una memoria infiel y caprichosa para conjurar ese callejón sin salida que es el tiempo. 
"¡Ya somos el olvido que seremos!" ( J. L.Borges)


óleo de Moses Soyer

miércoles, 7 de agosto de 2013

lunes, 5 de agosto de 2013

¡ MI CASA !






óleo de Gerard Dillon


Somos más de 7 mil millones, más de 3 mil nos movemos ya por las redes sociales, y más de 200 millones tenemos nuestro blog que da fe de las pequeñas o grandes parcelas de nuestro reducido universo. 
Nos perdemos y nos encontramos mil veces, funcionamos como manadas, hormigueros o colmenas, pero una de las cosas que nos distinguen de las otras especies es la necesidad de un hogar, una fortaleza, un refugio, un rincón, una casa con vistas, una flor en la ventana y un calor en la cama, unos recuerdos, unas huellas, las fotos con risas frescas de los que nos dejaron hace tiempo, el peluche de la niñez, guisar con la misma cuchara de madera gastada con la que nuestra madre nos hacía el arroz con leche, las cacerolas de cobre de la abuela, el elefante de ébano que ya estaba cuando nacimos, pequeños tesoros que eluden el vacío de no saber quién somos. "El espacio habitado transciende el espacio geométrico", dice Eduardo Sacriste.
Si no tenemos donde regresar al final del día, estamos tan perdidos como E.T., el extraterrestre de Spielberg.
No tener un refugio donde protegernos de las tormentas del cielo y de la vida es como no existir, como no tener nombre o nadie a quién querer y que nos quiera, aunque sea un perro.
"Notarás una ausencia siempre presente, creciendo a tu lado como un árbol ( Sylvia Plath) : esa sombra que no nos abandona, ese vacío insoportable de las ausencias, solo se puede mitigar viviendo rodeado de los recuerdos de lo que se perdió pero se tuvo, o incluso de lo que nunca se llegó a tener del todo.
Para que el desafío de vivir no produzca vértigo, todos necesitamos comunicación, conceptos, creencias, complicidades; en las diferentes partes del mundo, el mismo hombre histórico busca las mismas esencias, pisando tierra minada desde que pierde el vientre materno.

Expulsar por la fuerza a alguien de su casa es un acto tan vandálico que empaña a todo el colectivo que lo presencia en silencio, nos pertenece a todos la responsabilidad de los que se tiran por la ventana a la hora del deshaucio, o los que reciben a los intrusos colgados de una viga. 



óleo de Harold Harvey