viernes, 1 de diciembre de 2023

MALDITAS GUERRAS

 



                                                      
                                            Omar Esstar


                                       
Desde siempre algunos hombres han sido unos depredadores de su semejante, con mucha frecuencia el más fuerte maltrata al más débil en lugar de protegerlo; podemos ser crueles, cobardes, ambiciosos, egocéntricos, soberbios, tramposos, estúpidos y en fin, miserables de variadas maneras. 
Una de las revoluciones pendientes es la del PACIFISMO, el desarrollo urgente de ideologías y sentimientos pacifistas, mandatarios pacifistas, culturas pacifistas, respeto al otro, a todas las maneras de pensar y a todas las normas sociales consensuadas.
Hemos alcanzado lo mejor que somos en el presente gracias a una importante evolución intelectual y moral, pero siempre pisando charcos de sangre derramada por crueles desvaríos, crímenes, exterminios y demás vergüenzas.
Las guerras son una infamia, un fracaso de la inteligencia y de la dignidad. Avanzamos gracias solamente al talento de unos pocos y al trabajo duro y honrado de la mayoría. 
Ahora el dilema es todavía más terrorífico: o terminamos con los conflictos bélicos o terminamos con la humanidad.
Sin gobernantes competentes no se van a encontrar nunca soluciones a los atropellos que mutilan el futuro con simientes de nuevos rencores: construir unos Muros de la Vergüenza infranqueables, indecentes, ilegales, contra natura, solo sirve para sembrar más odio y desolación. Todos tenemos derecho a la vida, las barricadas contra la pobreza ajena deben ser la inteligencia, la cultura, la educación, el respeto, la Igualdad, Fraternidad y Libertad.
La vida pública de muchos países sigue dominada por la religión y un ejército a su servicio fuertemente patriarcal, que se nutre del desagravio histórico para justificar un papel nefasto.
En Europa por ahora corren tiempos pacíficos, salvo dolorosísimas excepciones: ojalá que la derecha populista que se está extendiendo por el continente, no tenga un papel destructor que socave las instituciones democráticas logradas con tanto esfuerzo. Para Marcuse el pensamiento único resulta del "cierre del universo del discurso" por imposición de la clase política dominante y de los medios suministradores de información de masas.
La política y la moral deberían ir de la mano, y no existir la tentación visceral de reaccionar a canalladas dando la razón a quien no la tiene: en nombre de un ideal justo también se cometen muchas atrocidades. 
Nada es sencillo y transparente, no se puede reaccionar con las tripas en lugar de con la cabeza: lo que está mal, está mal, venga de donde venga. Toda norma contempla derechos y deberes.

Gastar más dinero en armas que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual. 
M. Luther King

miércoles, 1 de noviembre de 2023

SOMOS RAROS



Kasimir Malevich

                                                              

Los humanos estamos hechos de carne predecible y caduca, como animales que somos, pero también  de razón y entendimiento, lo que genera extraños contrastes, pasiones, grandezas y miserias de todo pelaje. Cada persona es un conjunto de mil pequeñas cosas, un bicho absurdo que cultiva ciertas locuras para adornar la existencia y poder soportarla, mintiéndose a sí mismo como condición necesaria para la supervivencia. Afirma Sándor Márai que "hay que resistir los diálogos insanos de nuestra mente". Es casi imposible sentirse sosegado siempre, pero conseguir armonía por dentro y alrededor, es el más valioso de los retos. 
Somos raros, la vida es una anomalía en sí misma, la normalidad es utópica, para Rosa Montero "el amor es encontrar a alguien con quién compartir rarezas", por eso es tan complicado encontrar la persona cierta...
Suele parecernos normal aquello a lo que nos acostumbran desde niños, y aunque no somos como muñecos hechos en serie, nos copiamos tanto los unos a los otros que llegamos a parecer todos iguales según manada, y de pensamiento único, según los medios suministradores de información de masas: el cerebro lavado y el alma impura...
La perfección no existe, y desde las cumbres más altas a los suelos más bajos todos tenemos los pies de barro y la condición innata de transgresores: en  diversos grados, claro, podemos ser mezquinos, embusteros, falsos, egoístas, narcisos, manipuladores, ambiciosos, victimistas, tóxicos, corruptos, crueles, insensibles, engreídos o imbéciles, tendemos a unas mezquindades que solo se superan con bondad, educación e inteligencia. Por lo general creemos estar siempre en posesión de la verdad, henchidos de un sabelotodismo simplista, de manual, que necesita empequeñecer a otros para sentirse victorioso.  
Menos mal que en medio de esta olla de grillos mucha gente vale la pena, y que en una escala más reducida, hay quien tiene talento de verdad, gracias a los cuales avanzamos como especie — rara sí, pero única y a veces incluso fascinante.  

Las filosofías se desmoronan como si fueran de arena, las creencias se siguen unas a otras, pero lo  hermoso es una alegría para todas las estaciones. Oscar Wilde     

                                       

domingo, 1 de octubre de 2023

EL UNIVERSO INSONDABLE

 






                                                               J.M.W. Turner


Espectacular. Inquietante en su grandiosidad y misterio, de una belleza sin límites, todo asombrosamente sincronizado e infalible, los planetas girando suspensos en el aire sin salirse de las órbitas ni chocar entre sí. Afirma Carl Sagan que "algo increíble está esperando ser descubierto". 
Igual que los ciegos de nacimiento nunca verán las formas y los colores que les rodean, parece ser que solo vemos lo que podemos o nos conviene, sin darnos cuenta de mucho de lo que pasa a nuestro alrededor: el cerebro es tramposo como los magos, nos enseña lo que quiere. Pero telescopios cada vez más potentes como el James Webb, ubicado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, permiten a gente muy capacitada observar la lejanía y sacar conclusiones que nos hacen cada vez más pequeños. Es posible que a algún nivel que no dominamos todo tenga sentido. O no.
De acuerdo con la teoría de cuerdas existirían alrededor de 11 dimensiones distintas, cada una de las cuales contendría de 10 a 500 universos, (universo arriba, universo abajo, ya qué más da...). Así mismo podrían existir alrededor de unos 70 quintillones de planetas. 
Pero también es cierto que después de 15 mil millones de años de evolución cósmica, solo la inteligencia humana ha sido capaz de reconocer tan asombrosa y turbadora realidad. Y sin embargo, según palabras del mismísimo Stephen Hawking, "somos una escoria química en un planeta de tamaño moderado, que orbita alrededor de una estrella muy promedio en el suburbio exterior de uno entre cien mil millones de galaxias". 
Y mientras tanto, el espacio que separa estas galaxias con todas sus estrellas, planetas y otros cuerpos celestes sigue expandiéndose, según comprobaciones fidedignas. 
La astronomía es una gran lección de humildad. Somos diminutos, mas no insignificantes: que se sepa por el momento, somos los únicos capaces de descifrar e interpretar la realidad, aunque con limitaciones, cada uno a su manera y hasta donde alcanza.
Con este abrumador panorama, uno se pregunta qué sentido tiene vivir, como y porqué nacer y estar un rato en el mundo vale tanto la pena, qué lugar queda para cada hombre, cada instante, cada pasión, cada lucha, cada utopía, cada encantamiento... 

Somos sombras, solo sombras, sombras con el alma a cuestas. Juan José Millás

viernes, 1 de septiembre de 2023

DANIEL BARENBOIM


 




Todos quisiéramos ser personas interesantes e imprescindibles como aquellas que admiramos profundamente, pero eso está al alcance de muy pocos. ¿A quién no le gustaría ser Daniel Barenboim, por ejemplo? 
Hombre muy natural y auténtico, simpático y humilde, pianista consagrado y uno de los más prestigiosos directores de orquesta, es como un mago que lleva en el cerebro la música más genial, navegando con su batuta por las obras maestras como sabio patrón sobre las olas y dotado además de una enorme calidad humana. Judío argentino de nacimiento, niño prodigio desde los siete años, discreto y honrado ciudadano del mundo, pacifista convencido, tiene la ciudadanía honorífica española, israelí y palestina — cofundó la Orquesta West-Eastern Divar para reunir a jóvenes músicos de Israel y los países árabes y promover así el diálogo y la posibilidad de objetivos comunes entre las diversas culturas del Oriente Medio.
A través del sonido musical Barenboim controla  mentalmente la compleja relación entre sosiego y barullo, dicha y sufrimiento, esperanza y miedo y así. Opina que la melodía transciende las emociones porque nos transporta a algo tan inaccesible como la intemporalidad, una superación de los límites que imponen las palabras, como si existiera dentro del mundo y fuera de él al mismo tiempo. 
Así mismo reconoce que para tener un conocimiento real de las cosas, uno debe entender su esencia y no solo sus manifestaciones. "Sin una vida interior rica no se puede ser artista" ( in La Música Despierta el Tiempo, 2023).
Hace poco sorprendió y conmovió a todos con unas juiciosas palabras dichas desde esa paz interior de que disfruta ("siempre estoy muy relajado", afirmó alguna vez), y con las que canceló de momento sus actuaciones: 
"Mi salud se ha deteriorado y me han diagnosticado una grave enfermedad neurológica. 
... La música fue y continúa siendo una parte esencial y permanente en mi vida.
... Cuando miro hacia atrás y hacia delante, no solo estoy satisfecho, sino profundamente realizado".
  Que siga así hasta el último momento de su brillantísimo recorrido por este mundo.
La gente como Daniel Barenboim es un preciado regalo, para los demás y ante todo para sí mismo.

El arte es espiritual, un respiro inmaterial de las dificultades de la vida. Fernando Botero

  


martes, 1 de agosto de 2023

CHARLOTTE SALOMON

 















Cuando se habla de algo o alguien destacados, ya no es interesante ni aconsejable aportar datos exhaustivos, basta con sugerir, despertar la curiosidad con algunas pinceladas. Luego quien quiera saber más va a internet y lo encuentra todo, por veces hasta la saturación...
Cada vida es una historia con principio y final, como en las novelas. La de Charlotte Salomon es de tragedia griega, una persona con casi todo en contra pero dueña de una voluntad inquebrantable,  que capeaba con gran valor sus fantasmas, investidas de la desdicha, soledades, acosos y derribos.
El día en que la abuela se tiró de la ventana de un tercer piso delante de ella, estando escondidos ya en el sur de Francia por la terrible persecución nazi  que estaban soportando por ser judíos, se entera por el abuelo que casi todas las mujeres de su familia materna se han suicidado: la madre se había quitado la vida de la misma forma que la abuela, cuando ella tenía tan solo nueve años. Mientras esto ocurre, su padre y madrastra, a los que adoraba, ya están huidos en Holanda y no volverá a poder abrazarlos.
Luchando contra el pavor a una enfermedad mental genética y al nazismo cada vez más extendido y más cruel, desafía las fuerzas destructivas que la persiguen entregándose a la creación artística obsesivamente y con enorme entereza moral. En el plazo de dos años, de 1940 a 1942, se preocupa y ocupa y en dar alas a la mente escribiendo y sobre todo pintando una valiosa obra, a veces con sugerencias teatrales y musicales que muchos consideran la antesala de la novela gráfica. No falta ni el humor ni la alegría y el entusiasmo; emplea seudónimos festivos y elementos fantásticos, aliados a una estremecedora sinceridad emocional y un profundo conocimiento de la condición humana. Combina con sutileza realidad y ficción, vida y sueño, vida y deseo, vida y asombro, vida y utopía. La titula "Leben? Oder Theater?" ("¿Vida? o ¿Teatro?"), y la entrega de imprevisto a un gran amigo médico, rogándole que la guarde celosamente, que "es su único tesoro". Justo unos días después es detenida por la Gestapo, delatada por una vecina francesa colaboracionista. 
Se había casado hace poco con Alexander Nagler y estaba embarazada de cinco meses.
El marido confiesa voluntariamente su condición de judío para poder acompañarla. 
Y así llegan juntos a Auschwitz, hacinados en un tren como ganado. Como no valía para trabajar por su avanzado estado de gestación, esa misma noche la meten en la cámara de gas.
Tenía 26 años y una intensísima vida a sus espaldas, hecha de talento, entusiasmo, amor y dolor.
Aterra pensar que no tiene límites la miseria moral a que pueden llegar algunas personas.

"La guerra seguía con furia. Me senté junto al mar y miré profundamente en el corazón de la humanidad". Charlotte Salomon       

sábado, 1 de julio de 2023

COPIÁNDONOS

 





Nos sentimos casi todos únicos y maravillosos, vivimos nuestro piccolo mondo dándonos la importancia  que nos merecemos, en el convencimiento íntimo de ser originales y no copias...
Aristóteles dijo que el hombre es "el animal más imitador", lo que se debe seguramente a que tenemos mucho más donde elegir que siendo una oveja o así...
La ropa que nos tapa, lo que comemos, las costumbres, los rituales, pensamientos, creencias, estados de ánimo e incluso las amistades o los amores, ocurren propiciados por las circunstancias, con un escaso margen de maniobra, aunque tengamos la ilusión de que somos libres. La gran  mayoría seguimos los mismos patrones, que dependen tan solo del entorno, la época, la escala de valores vigente, el estatus social, económico y por supuesto cultural e intelectual. 
Casi todo viaja de fuera hacia dentro menos la inteligencia, el talento y la creatividad de algunos, con lo que se va cambiando la historia. 
Un grado excesivo de mimetismo lleva a la cretinización, a un festival de egos sin sustancia que solo se pueden contrarrestar con una vida auténtica y sencilla, construida desde la humildad y el convencimiento de que hay muy pocas cosas importantes, de que no somos nada y que tan solo un puñado diminuto de personas nos va a querer de verdad.
Copiamos todo el tiempo lo muy manido pero el fondo de nosotros mismos anhelamos las sorpresas, lo gratamente insólito, lo inesperado y poco visto, que de repente algo nos haga vibrar fuertemente. Siempre que recordamos momentos así, es como volver a vivirlos. Esas pinceladas de emoción, esos chutes de adrenalina no se olvidan nunca más.  

Se requiere valor para crear un mundo propio.
   Georgia O´Keeffe       



jueves, 1 de junio de 2023

EL MIEDO

 



                                                                                             Ikenaga Yasunari




Tener miedo no sirve para nada y produce mucho sufrimiento, quita la paz, impide disfrutar plenamente de las cosas. Si tienes miedo te oprimes más y más, una de las revoluciones pendientes sería erradicarlo de nuestras vidas: el futuro no se puede controlar pero hay que vivir el presente lo mejor posible, siendo valientes y constructivos. 
El machaque permanente de noticias inquietantes o morbosas no hace más que agobiarnos sin ninguna contrapartida, mientras los políticos son incapaces de gestionar con inteligencia los problemas y buscar las alternativas eficaces para que entre todos podamos luchar por un mundo mejor. 
Amenazar con el apocalipsis a todas horas no es lo más recomendable — que se nos va de las manos el cambio climático con todas sus causas vergonzosas y sus consecuencias irreversibles, que vienen de camino unas pandemias terroríficas, que si la guerra atómica, que si la inteligencia artificial es prodigiosa pero muy inquietante, que si la violencia es anormalmente cruel y desmedida; que si la incomunicación, los lavados de cerebro salvajes, la locura, las drogas, la miseria. Que si el fin del mundo está a la vuelta de la esquina, que si están pasando cosas en el planeta que no han pasado jamás. 
Ante tal panorama los temas solo personales suenan a peccata minuta...miedo al fracaso, al compromiso, a los cambios, a lo desconocido, al fracaso, a la locura, a la soledad, a volar, a hablar en público, al cáncer, a la muerte y así. 
La investigadora Hannah Bonke afirma que el miedo es un sentimiento individual y colectivo a la vez, variable según época y contexto histórico. Que el hombre siempre ha vivido instalado en la incertidumbre, pero que es necesaria una credulidad generalizada para que estalle el pánico.
Basta ya de amargarnos tanto la vida gratuitamente. Sobran los agoreros y escasean esas mentes lúcidas y brillantes necesarias para cada paso que se avanza, los que van encontrando soluciones y se aplican en evitar que nos vayamos al carajo. 
Como el mundo no se detiene para que nos apeemos, sigamos hasta el final haciendo de la existencia una aventura que valga la pena. La gente se hace más dura con las fatigas, es de valientes vencer el miedo, y como afirma Axel Honneth "el optimismo es una obligación moral".  
Todo hombre desconoce de que manera se desarrollará el futuro, pero ya que no hay retorno, solo toca que como seres racionales formulemos  preguntas: la búsqueda nunca tendrá fin, jamás se llegará al fondo de la verdad, hay que aprender a vivir con lo que toca a cada uno en la ruleta de la fortuna. Y hacia delante siempre, incluso con todo patas arriba, pues como bien dijo Séneca, " el que teme sufrir, ya sufre por lo que teme"... 

"Solo quien avance bajo su peso íntegro y sin disfraz, logrará caminar por el sendero que le llevará a sí mismo y encontrará la cristalina fuente de la serenidad y la alegría, de la aprobación de la vida tal como es, de la aprobación del mundo".
    Antonio Gala

lunes, 1 de mayo de 2023

EL PASADO NI SE TOCA NI SE OLVIDA

                                                                                   
                                                              
                              
El Greco


Hay quien se engaña a sí mismo inventándose una vida, lo que no deja de ser cuestionable aunque legítimo siempre que no se perjudique a terceros. Lo que ocurre es que conviene acordarnos de los golpes, reflexionar sobre los errores para no repetirlos y aprender a interpretar lo que nos pasa con sabiduría, en lugar de con victimismo e inmadurez. La memoria es por naturaleza selectiva y protectora, pero conviene no olvidar nunca quien somos ni de donde venimos, aceptando con entereza que la existencia es una urdimbre compleja de bondades y miserias. Por algo los psicólogos hurgan en lo que nos pasó para poder explicar lo que nos pasa, buscando en el hilo ininterrumpido de nuestra condición ese nexo ineludible entre el ayer y el hoy. "La vida tiene que ser vivida hacia delante, pero para entenderla hay que mirar hacia atrás" (Kierkegaard).
Cuando lo que se pretende cambiar es la Historia, la que es de todos y de ninguno, interpretarla según ideologías o intereses espurios y reescribirla sustituyendo razones por fanatismos, entonces se  cruzan todas las líneas rojas de la falsedad y la desfachatez. La distancia que da el paso del tiempo solo debe servir para arrojar luz, tanto a lo que ocurrió realmente como a sus consecuencias, no para acallar hechos incómodos mientras se tiende el dedo acusador en juicios interesados: la verdad es sagrada, tan miserable es querer edulcorarla como mancharla. Por desgracia el rigor nunca puede llegar a ser total, por el camino se van quedando cosas que no se sabrán jamás, admirables unas y repulsivas otras. Si a eso le añadimos un muro voluntario de olvido, desmemoria y engaños  oportunistas, salimos todos estafados
Según quien es el narrador cambian los héroes y los villanos, con la mayoría de la gente queriendo sentirse del "lado correcto de la Historia", es decir, el de la "verdad oficial". 
Desde nuestra ignorancia arrogante olvidamos que no somos nada, que sea del lado que sea, lo debemos absolutamente todo a unos pocos, que son a los que menos relevancia solemos dar. Hacen falta mentes muy lúcidas y brillantes para cada paso que se avanza.
Tampoco se puede mirar el ayer con los ojos del hoy, lo que aconteció no es adaptable a la mentalidad vigente, y a quien no le guste el cuento de La Caperucita que lo respete y escriba uno a su gusto, si es capaz. 
Solo la actualidad es susceptible de cambios, para intentar mejorarla, y con leyes como forma de ética imprescindible. Y que los políticos sean honrados y capaces de un diálogo civilizado y fructífero, dispuestos a entenderse por el bien común. 
Y que en las redes sociales demagogos henchidos de odio y soberbia no sean tan aburridos, previsibles y narcisos, ni pretendan sentar cátedra sobre lo que no saben a fondo — ni ellos ni casi nadie.

 "Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia". José Saramago    

sábado, 1 de abril de 2023

EMIGRANTES

                                                          
 



                                                
 
                                                                                            Picasso



Quien haya pasado la vida fuera de su país, de un lado para otro, en una "geografía descontinua", llevará siempre en un rincón del alma la condición de emigrante, aunque no sea lo mismo partir del terruño por un anhelo de aventura, un amor o una oportunidad de crecer como persona, a querer escapar de una situación desesperada de miseria, pena, miedo o todo a la vez. 
Por otro lado están aquellos que sin haberse marchado de ninguna parte se sienten como "emigrantes de sí mismos", inmersos en un desarraigo que viene de dentro y es el peor de los extrañamientos, un desajuste emocional permanente entre lo que se es y lo que se querría ser, una incapacidad para construir un mundo auténtico y a medida, conforme a lo que la vida da y a lo que la vida quita, adaptándose a las circunstancias y sacando el máximo partido a la existencia, aceptando con entereza lo que no se puede cambiar.  
En todo el periplo vital solo vamos a sentir como nuestra tierra verdadera la que nos vio nacer y crecer, e incluso si ese lugar ya no es lo que fue, lo guardamos en la memoria tal como ha sido, como una idea, un norte, algo mentalmente imprescindible para nuestra identidad. 
Cada historia personal es una sucesión de las diferentes versiones de uno mismo, pero solo nos vamos a sentir enteros ante los que tienen una imagen completa de nosotros y nos conocen de siempre, tal como somos pero también como hemos sido. Y si alguna vez nos sentimos perdidos, es mirando hacia tras que nos reconocemos y reconstruimos. 
Ha de ser ese niño que fuimos y llevamos dentro el que un día nos coja de la mano, nos reconforte y acompañe hacia ninguna parte cuando nos llegue el último paseo...

Veo los paisajes soñados con la misma claridad con que miro los que son reales.
     Fernando Pessoa, El Libro del Desasosiego
                        


miércoles, 1 de marzo de 2023

UCRANIA

 







Conocer a fondo todos los entramados de una guerra no está al alcance de cualquiera, incluso los mandamases que mueven los hilos se equivocan y cometen errores que pueden ser decisivos: se sabe como empieza, nunca como va a terminar. Luego hace falta mucho tiempo para completar el puzle y que la Historia ponga definitivamente a cada uno en el sitio que se merece. A toro pasado todo quedará lo bastante claro, pero en caliente es muy difícil, casi imposible, saber qué se está cociendo, abundan las campañas de desinformación, las falsedades interesadas, las intoxicaciones rastreras, los postureos, los ombliguismos digitales y toda clase de infundios dañinos (en las redes sociales cuanto más simples, más sabihondos). La única verdad es que no hay verdades absolutas, "todo depende del color del cristal con que se mire", la propia integridad moral de los que manejan el cotarro es muchas veces dudosa. Lo único manifiestamente incuestionable e insoportable es el sufrimiento de las víctimas inocentes. Por cierto, la crueldad de los líderes rusos con los pueblos cercanos se remonta a Gengis Kan. 
Estamos asistiendo a diario y en directo, desde nuestra por ahora calidad de vida, cómo hace ya un año que Ucrania se desangra, y eso que no muestran lo más rastrero y cruel, lo que ocurre en la sombra por culpa de gente bajuna que siempre acecha. Algún día saldrán a la luz los crímenes de guerra que se estén cometiendo.
Hay y siempre ha habido vidas durísimas, incontables e insoportables situaciones de indefensión para los desheredados de la fortuna, y lo que más revuelve la consciencia de los que sí la tienen, es seguir comprobando como "el hombre es un lobo para el hombre" (Leviatán).
Por lo demás, lo lógico y natural es que cada uno de nosotros desee lo mejor para el lado del escenario que nos toca e interesa que salga airoso, o sea, a un occidental el Occidente y al revés — pero se puede discrepar, tener la opción que se nos antoje y defenderla abiertamente (mejor con argumentos fundados y convincentes, no con esa facilidad para sentirse un enterado que manejan muchas personas en asuntos tan complejos y espinosos). La gran diferencia es que en democracia todos podemos estar en contra del sistema, mientras que en países autoritarios uno se juega el tipo, termina en la cárcel o algo peor. 
También los baños de masas a un "gran jefe" tienen un pasado funesto, un pésimo recuerdo, y viendo las caras de felicidad de los convocados hace días en Moscú, uno se pregunta si están al corriente de los padecimientos de un pueblo que consideran hermano: hay pocas razones para la alegría, toda Europa está consternada, afligida y ayudando como puede y sabe.
China es y será en el futuro la ficha clave en el tablero del "equilibrio del terror" a que estamos abocados con el regreso a la incertidumbre nuclear. A Putin le gusta y necesita un Estado totalitario y muy centralizado porque cree que las democracias son tan débiles como él propio: los responsables de los conflictos armados siempre han sido humanamente poca cosa, cuanto más corruptos y cobardes, más matones. Hay otras formas de destacar y ser realmente valioso, pero son más difíciles: los grandes personajes de la Historia no son los que se dedican a promover las malditas guerras, sino la paz, la ciencia, la filosofía, el arte, la medicina y el bien común en sus innumerables facetas. Gracias a ellos avanzamos como especie, pero a esos no se les hace la ola, a veces no sabemos ni sus nombres. La mayoría somos demasiado ignorantes, soberbios y desagradecidos, incluso los hay que están empeñados en un retroceso, como los terraplanistas, los anti vacunas y montones de descerebrados.
La China de Xi Jinping mantiene una estrecha relación con Rusia porque comparten la voluntad de reformular un orden mundial que ambos perciben como plasmado y dominado por EEUU y sus socios. El gobierno de Pekín dispone de cierta ventaja en vastas zonas de África, América Latina y Oriente Próximo, las cuales no están interesadas en lecciones de libertad y Estado de derecho y sí en recibir financiación para salir de una miseria endémica, apuntalando de paso a regímenes autoritarios. Todo tiene un precio, todo se paga en la política actual donde están en juego recursos e intereses muy heterogéneos y gulosos. Ya es difícil encontrar rincones del globo en los que no se proyecte un pulso entre autocracia y democracia, economía autoritaria o de libre mercado. La estulticia o un error de cálculo de cualquier mandatario pueden abocar fácilmente en un desastre colectivo. Max Hastings sostiene que "las grandes decisiones se toman con un conocimiento extraordinariamente limitado de lo que está ocurriendo".
La operación militar especial iba a ser rápida y lleva un año. De momento. La torpeza y la codicia del presidente ruso ha costado ya la sangre o la ruina de millones de inocentes. Por ahora. La destrucción de Ucrania sigue su curso. Como en el poema de Miguel Hernández: todo inseguro, todo postrero, polvo sin mundo. Todo es oscuro. 

 "Tras un año de guerra, los servicios de seguridad franceses estiman que Ucrania se ha convertido en una suerte de laboratorio de las nuevas formas de conflicto, de la guerra híbrida a la guerra cibernética, sin olvidar la disuasión nuclear".       J.P. Quiñonero  

miércoles, 1 de febrero de 2023

LA MUJER PERFECTA

                                                                                                                                



                                                 
                                                    Amedeo Modigliani



 
Que alguien se crea un dechado de virtudes, divino de la muerte y siempre en posesión de la verdad es poco menos que ridículo, falto de lucidez, de sabiduría, humildad y hasta de sentido del humor... 
Las personas que más presumen de  "perfeccionistas" suelen ser las más inseguras e incluso con algún complejo o trauma importantes. 
Valerse de lo más manido, de lo que está al alcance de cualquiera para impresionar, resulta simple y algo cansino y con los medios de que disponemos hoy día, cada vez somos más obvios, menos sutiles.
Ir por la vida como si esta fuera una competición, ansiar ser el mejor en todo, no sienta bien a la salud, estresa, se termina con ansiedad cuando no con alguna úlcera, el azúcar disparado, la tensión alta, el colon irritable o así...
Todos tenemos la necesidad de embellecer la vida contándonos para dentro la mejor versión de nosotros mismos, pero da un cierto sosiego ser capaz de reconocer y aceptar nuestras carencias y fallos, y que pocas veces acertamos de lleno en lo que sea. Ya Aristóteles opinaba que "el error es un suceso mental interesante y valioso", no hay que tener tanto miedo a equivocarse. 
No es necesario impresionar a nadie, la mayoría somos gente corriente, solo en las redes sociales nos  acercamos al tamaño ideal de nuestro ego...  Los que valen de verdad suelen ser los más modestos y sencillos, los menos narcisos. 
En el caso de las mujeres, algunas adornan sus yoes intentando convencer a los demás que son inmejorables, sabias, óptimas amas de casa en todas sus ramas — gastronomía, organización, higiene, economía doméstica, buen gusto, elegancia, confort, convivencia familiar, etcétera — además de excelentes profesionales, deportistas, cultas, leídas, instruidas a todos los niveles, sensibles, solidarias y por supuesto magníficas parejas, madres, hijas, nietas, abuelas, suegras, nueras, amigas o colegas: el pack completo, nada se les resiste, cuando hablan sientan cátedra, entienden de todo, jamás dudan de lo que sea. No merece la pena ni rebatirlas, son las mejores y punto. 
La verdad es que la monotonía o el aburrimiento nunca están fuera, anidan dentro de cada uno, mas quién sabe vivir no necesita tener mucho para disfrutar de la vida.

Sinto-me nascido a cada momento
Para a eterna novidade do mundo.
  Fernando Pessoa
    
   

domingo, 1 de enero de 2023

SALUD MENTAL

 



                                                                       Marc Chagall


Hay más recursos para arreglar el cuerpo que la mente, y sin embargo se puede ser feliz en una silla de ruedas pero nunca con una depresión severa, por ejemplo, que cada vez con más frecuencia termina en suicidio, en este mundo raro y sin arreglo a la vista. 
Antes que ideas los humanos hemos tenido emociones, a ellas debemos las herramientas adaptativas imprescindibles para nuestra estabilidad psíquica. Luego con la experiencia cada persona va desarrollando los equilibrios internos necesarios para enfrentarse a la vida. 
Un indicio de inteligencia emocional es ser metódico, tener hábitos saludables, seguir unas rutinas programadas con ilusión y disciplina, disfrutar con unos rituales sencillos pero gratos y relajantes. Conocer de antemano lo que viene a continuación, saber que controlamos los tiempos y no al revés, ayuda a no estar estresados y a tener paz, sobre todo si la edad ya va siendo bastante, con toda su idiosincrasia: no es lo mismo tener cuarenta que ochenta, cuando las "sorpresas" ya casi siempre son desagradables y se disfruta de lo esencial con más placer que antes, ya que las cosas verdaderamente gratas no cansan nunca y las prisas no son aconsejables. El psicoanalista David Dorenbaum refiere la mismísima simplicidad o insulsez como una forma legítima y útil de interactuar de manera menos angustiosa y más auténtica.  
También da buenos resultados desarrollar la constancia, ser metódico y ordenado, mantenerse activo, hacer ejercicio, comer sano (ya Hipócrates recomendaba: que la comida sea tu alimento, y el alimento tu medicina).
Y sobre todo hay que gustarse, estar satisfecho con uno mismo, amar y amarse, el amor en todas sus vertientes es el verdadero sentido de todo. Igualmente fundamental es el contacto con la naturaleza y saber rodearse de un ambiente de armonía y confort: que nuestra casa sea el mejor de los refugios y que los sentimientos sean duraderos, alegres y libres, y con la curiosidad y las ganas de aprender siempre despiertas.
Solo a nosotros mismos nos incumbe apartar el desánimo, la tristeza o el pesimismo, vivir con ilusión y hacernos a un lado siempre que posible para que pase sin mojarnos el río de las zozobras constantes en el mundo entero. Hay que relativizar y no amargarse con lo que no depende de uno, mirar hacia otro lado si no podemos hacer nada para que algo se arregle. Las cosas tienen la importancia que queremos darle, no vale la pena tomarlas demasiado en serio. al final todo terminará algún día.
Dice Aldous Huxley que "la felicidad nunca es grandiosa", que no son los momentos extraordinarios los mejores sino las pequeñas alegrías, las cosas sencillas, los placeres cotidianos.
Conviene así mismo saber perder, cada palo aguanta su vela, la vida es una lotería y como afirma Nietzche "quién tiene un porqué para vivir puede resistir casi cualquier cómo". 
Y que cada uno se acostumbre a hablar para dentro con lucidez y la auto estima en su punto — ni demasiado subida ni por los suelos... "Toda infelicidad se debe a la incapacidad de permanecer en silencio a solas en una habitación" (Pascal).
Todo se acaba, lo bueno y lo malo, estamos de paso y no dejamos huella casi nadie.  

Que 2023 traiga muchas cosas buenas, un saludo agradecido a los que me leen.