domingo, 31 de marzo de 2013

VER PARA CREER






óleo de Caravaggio


Tenemos problemas tan graves por resolver que está amenazada nada menos que la supervivencia del planeta, pero casi todos miramos a otro lado hasta que las cosas nos afecten personalmente: que nuestro aire sea irrespirable, nuestra calidad de vida se derrumbe o los polos se derritan finalmente y nos aneguen a todos.
En lo que a España se refiere, por de pronto tenemos que acostumbrarnos al desfile interminable de mangantes y sinvergüenzas que vamos sufriendo como una pesadilla. No salimos del asombro, del pasmo que produce verles a todos con la misma sonrisa descastada, incluso cuando van (¡los que van!) esposados y flanqueados por policías. Quien es capaz de tal puesta en escena es capaz de muchas otras cosas; quien parece indiferente al deshonor y a la ignominia es porque carece de principios, y si no se acaba con esto, acabará esto con España.
Un puñado de héroes ha venido extinguiendo  zares y emperadores, santas inquisiciones y fundamentalismos, crueldades e inmoralidades, gente echada a los leones o chamuscada viva en las plazas públicas; millones de vidas son emuladas para lograr una sociedad más justa, pero las plagas malditas nunca se extinguen del todo y al bajar la guardia siempre vuelve el mamoneo y las burbujas que nos estallan luego en la cara, llenas de porquería.
Si algún día triunfase la cordura, la ostentación de riqueza en un mundo que se desangra alrededor sería una ordinariez; el consumo irracional es un suicidio colectivo, y si no se le pone coto, el desastre planetario será nada más y nada menos que la Crónica de una Hecatombe Anunciada.
Los ladrones de guante blanco a costa de lo que sea, deberían ir pensando que los que siempre pierden acaban por romper la baraja, y que cuando la tierra entera se vuelva un secarral cualquier chispa desatará el fuego del infierno. 

" La Historia es el progreso de la conciencia de la libertad", Hegel


óleo sobre tabla de Montserrat Gudiol

miércoles, 27 de marzo de 2013

lunes, 25 de marzo de 2013

HOSPITALES Y ASTROFÍSICA






Minimalist Art Photography



Tengo una endoscopia al estómago de buena mañana. Llueve a mares, llueve sin parar, llueve intensamente y "nada en mí siente", como dice Fernando Pessoa.
La sala de espera, a rebosar ( parece ser que aquí igual se mira un ojo que una próstata...). Todos son viejos y viejas, gente con el cuerpo cansado y mirada afligida, mientras nuestros reparadores, los batas verdes, pasan satisfechos y distantes, muy puestos en su papel de gente principal, para eso están en su casa y en su salsa...
Al otro lado de la escena, los pacientes que esperamos pacientemente nos sentimos chusma aparcada como coches, con vidas iguales, calcadas, entre las goteras y la resignación; cada vez duramos más y cada vez hacemos menos falta.
Cogí en casa un libro pequeñito que cupiese en mi bolso enorme, pero lleno de complicaciones — Isaac Asimov en la revista Science Digest, una mala elección para un lugar como este, con larguísimas  horas por delante llenas de ansiedad, sintiéndome una "cosa".
Empiezo la lectura, me entero de que Newton es para Asimov el más grande talento científico que jamás ha tenido el mundo (por lo menos hasta la fecha de 1977), por encima de Platón y Aristóteles, Euclides, Arquímedes, Maxwell, Galileo, Darwin, Einstein y gente así. Leo el porqué, me extasío con semejante poderío intelectual.
Comenta el poeta Alexander Pope: "la Naturaleza y sus leyes permanecían ocultas en la noche. Entonces dijo Dios: ¡Sea Newton!, y todo fue luz."
Vuelvo al presente, después de más de una hora de apasionante lectura, miro la carita de desconsuelo del compañero de infortunio que tengo delante, suspiro hondo y sigo leyendo:
"Si el universo hubiese nacido como una pompa de energía positiva, formada junto con otra de energía negativa a partir de nada, entonces más allá del universo habría como un contra universo, o lo que sería lo mismo, la Nada".
Me quedo mirando sin ver el anciano señor, ahora traspuesto, mientras reflexiono sobre el tema: solo soy capaz de concebir la nada como un concepto, algo que está en la mente humana como opuesto a la materia, pero no algo que empiece donde la materia acabe, creo que ningún científico ha logrado aún llegar a la resolución de lo que hay más allá de los límites del universo. Por ejemplo, la idea de un hijo que no se tuvo, eso es nada, porque no ha existido nunca, igual que, por el contrario, todo lo que existe no puede desaparecer, solo se transforma. Me pregunto como se puede concebir la nada sin compararla con lo real, o sea, fuera de una cabeza que la "piense"...
A mi alrededor, algunos me recuerdan la expresión resignada de un perro perdiguero, otros la de mala leche de un pekinés.
Y vuelvo a la lectura: ..."las concentraciones de energía de todos los lugares que existen se están igualando, con lo cual hay una degradación constante del cosmos, pero es un proceso que tardará billones de años en llegar a su fin: el universo sobrevivirá a la Tierra".
No sé si eso alcanza a importarme, sintiéndome menos que una hormiga, pequeñísima, angustiadísima y cada vez más perdida. Debí meter en el bolso una revista de cotilleo, sin embargo no puedo parar de seguir mortificándome:
En los orígenes de nuestro planeta, un océano de líquido con hidrocarburos estuvo expuesto al sol durante miles de millones de años. Bajo el azote de la energía solar, las moléculas fueron haciéndose cada vez más complejas, hasta que surgió una capaz de inducir la organización de moléculas elementales en otra molécula igual que ella — así empezó toda esta feria. Esto significa que "con las condiciones primitivas de este planeta, la vida no tuvo menos que formarse, igual que el hierro no tiene menos que oxidarse en el aire húmedo". Sencillo y natural como la vida misma, nunca mejor dicho. 
Me siento como un extraterrestre, desubicada y vacía, presa de un mareo existencial que me trastoca.
Cuando vuelvo al calor de mi sofá y escucho September Song de Chet Baker, logro entender algo muy importante para mí: las pesadillas se subliman al calor de la belleza, un soneto, una sinfonía o un solo de trompeta son esas cosas sin ninguna utilidad práctica que nos pueden reconciliar con la vida, cuando nos perdemos en un hospital, en el cosmos o simplemente dentro de nosotros mismos.


óleo de Goya

miércoles, 20 de marzo de 2013

domingo, 17 de marzo de 2013

"UNA IGLESIA POBRE PARA LOS POBRES"





fresco de Giotto (Basílica de San Francisco en Asís)


La institución eclesiástica viene siendo desde los tiempos de Constantinopla una eminencia (nunca mejor dicho) en el dominio de los efectos especiales, ganaría todos los Oscar de Hollywood, con la gran diferencia respecto al arte cinematográfico de que nada es de cartón, todo es auténtico.
Divinos (nunca mejor dicho) en liturgia, música, arquitectura, escultura, música, pintura, puestas en escena, interpretación (¡ojo!), aromas, fumatas, cónclaves y sincónclaves, vias crucis y grandes espacios abiertos, andando o en papamóviles.
Estuvo total, el desfile de los cardenales por los marmóreos pasillos de palacio, cargados con sus cruces de oro macizo, todo ese púrpura, esas birretinas, esos encajes, ese calzado de diseño.
Las sotanas y la solemnidad del acto disimulan el "efecto barrigas y papadas" de sus eminentísimas, alguna mirada ya ausente por los años, algún pasado oscuro, alguna ambición desmedida o simplemente alguna chochera con ganas del almuerzo y siesta. El conjunto resulta sublime bajo el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel.
Es que hace falta un gran poderío para conseguir de todos en general y de cada uno en particular esa fe ciega, que tiene como plus el contacto directo con el Todopoderoso sin cita previa y tarifa plana, en el mismo momento en que se nos hace de noche por dentro.
A la gente no le importa lo que haya detrás del telón, en política se vota a los corruptos que saben sonreír y en religión se perdona todo con tal de seguir creyendo.
Francisco I trae bajo el brazo una nueva estética que puede tener un gran éxito, porque a veces hay que cambiar algo para que todo siga igual (¡o no!), porque no está demás la combinación del poder con la sencillez y el buen gusto, y también porque los ricos que saben serlo sin ostentación suelen ser más valorados.
No querer deshacerse de su viejo crucifijo de hierro o de los zapatos gastados; asomarse al mundo, ya convertido en el hombre más poderoso de la Tierra, en el pastor de más ovejas, con aparente naturalidad y sin aspavientos, ser capaz de permanecer un momento quieto y en silencio ante millones de miradas expectantes, empezar diciendo "buonasera", en tono normal y sin mirar como estando ya por encima de la humana condición, es sin duda un comienzo simpático, al fin y al cabo la humildad no está reñida con la firmeza.
El tiempo nos dirá lo que va hacer Bergoglio por la iglesia católica, y de rebote por el mundo, tan necesitado de mentes lúcidas, sabias y llenas de bondad. De la buena.

Dos monjas esperando la fumata ( agencia Reuters)

jueves, 14 de marzo de 2013

martes, 12 de marzo de 2013

NOS CAEN ENCIMA COMO MOSCAS





óleo de René Magritte



Cuando llegué a Valencia me horrorizaban las mascletás de las Fallas, me metía literalmente debajo de la cama, pero con el tiempo la adrenalina le pudo al miedo, y si no se rompían un par de cristales de las ventanas (aún no eran climalit), la cosa ya me parecía floja.
Con la corrupción de cada día me está pasando algo parecido, por la mañana cuando pongo la Radio ya estoy esperando más, empiezo a necesitar mi dosis diaria de tramas y de imputados, hasta que se rompan todos los cristales de esta patria agónica, supongo: hasta que salte por los aires toda la sinvergüenzería, hasta que no quede ni un imputado por imputar.
¡Sería hermoso tener alguna vez toda la mierda localizada, aunque el tufo fuese irrespirable! Necesitaríamos mascarillas por algún tiempo, pero tendríamos la satisfacción de haber acabado de un plumazo con todos los chorizos de alta gama — un  sueño, tan apetecible como improbable.
Operaciones Malaya, Merca Sevilla, Gürtel, Nóos, Fabra, Palma-Arena, Astapa, Voltor, Palau, Mercurio, y así hasta lo innasumible. Bárcenas, urdangarines, correas, zapatos, trajes, confetis, bancos, bankias, duques, infantas, enfín, todo un mamoneo salvaje y simultáneo, en el mismo país, a la misma hora, una sociedad enferma que no se enteraba de nada y estaba encumbrando a vividores.
Y ahora qué.
No podemos vivir comprobando personalmente que los políticos están ahí para forrarse, también personalmente y a costa nuestra, despilfarrando y robando con impunidad y alevosía, haciéndonos pagar carísimo su incompetencia y desmanes.
No hay paraguas suficientes para protegernos a todas las víctimas de las cagadas de estos pajarracos; un espejo frío y cruel nos refleja las mil caras del miedo y no somos capaces entre todos de romperlo en mil pedazos.
La Izquierda, que fue la que más nos ha traicionado, da vueltas y vueltas a los problemas sin hallar solución alguna (de la Derecha no hay que esperar más de lo que está pasando, siempre consecuente ella con sus principios).
Edward Wilson cree que la sociedad tiene futuro, cuando se desprenda de las mismas emociones que en la Edad de la Piedra unidas a las mismas instituciones del Medievo. Lo único en el mundo, dice, que marcha unificado y en la buena dirección es la ciencia, y una tecnología casi divina.
Con esta camada de vampiros muerta y enterrada, la savia nueva de hoy es la que regirá mañana los destinos del mundo. Habrá futuro, claro, pero ahora se trata de arreglar el presente, urge encontrar sin demora una armonía social dirigida por líderes que valgan la pena, moral e intelectualmente.

óleo de Paul Serusier

viernes, 8 de marzo de 2013

MUJER





Foto de Cappa







Menos tu vientre

todo es confuso.
Menos tu vientre 
todo es futuro 
fugaz, pasado 
baldío, turbio. 
Menos tu vientre 
todo es oculto, 
menos tu vientre 
todo inseguro, 
todo es postrero 
polvo sin mundo. 
Menos tu vientre 
todo es oscuro, 
menos tu vientre 
claro y profundo.

Miguel Hernández


miércoles, 6 de marzo de 2013

domingo, 3 de marzo de 2013

BLANCA Y FRÍA







Foto de Rafael Kos



Muy blanca y muy fría esta noche de plata y luna llena.
Un hombre de la edad de mi hijo toca a la puerta pidiendo una manta.
Cuando vuelvo a enroscarme en el sofá, mi pensamiento sigue con el hombre de la edad de mi hijo que se perdió en la oscuridad con su manta de desamparo.
Me pregunto como llegamos a esto.
Me pregunto como vamos a salir de esto, un tsunami llevó por delante un sin fin de ilusiones posibles que un sin fin de personas creíamos realistas.
Mentiras sobre mentiras, indignidades tapando otras indignidades, y en medio nosotros con nuestro desconsuelo a cuestas, carne de atropellos e ignominias, con el futuro en entredicho, sin perspectivas, sin pan y hasta sin techo.
Me pregunto por qué tipo de maldición somos los "países periféricos" los que se ahogan siempre en la misma estupidez y prepotencia del sistema imperante. ¿Es que somos todos idiotas?
Me pregunto qué podemos hacer ahora, porque si esta democracia no funciona, ¡habrá que inventarse otra!

Mientras llueve sobre mojado me invento para mí sola un refugio en el que protegerme, un jardín plantado de sosiego que nunca me olvido de regar, aunque sea con lágrimas, un lugar habitable donde vivir o morir.
Mientras escampa.


óleo de Ando Hiroshige