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| Tablas de Daimiel |
Con el tiempo nuestros recuerdos no coinciden en casi nada con los de los otros, aun cuando los caminos hayan sido paralelos. Todo va quedando envuelto en una densa bruma, todo se hace borroso hasta para quién lo vivió en primera persona, solo quedan flashes, incluso cosas sin importancia aparente que por algún misterio de las neuronas llevamos en la mochila para siempre y que cuando nos vienen al pensamiento es como si hubiesen pasado ayer, nítidas y cercanas, aunque tengan más de medio siglo. Momentos, gozos, fracasos, grandes gestos ideales, lo que no hemos recibido, lo que no hemos dado, aquella puñalada que sangró tanto, aquél desengaño que costó tiempo en digerir, la noche de aquél día, el día de aquella noche, lo que nos hicieron y a veces (¡las que menos!) también nuestros errores, por lo general nada que siga teniendo demasiada importancia con el paso inexorable de la vida.
Cada cual se queda con lo que quiere quedarse, es inútil buscar la verdad que ya tampoco es relevante, no sirve de nada estar rebuscando en el sótano del pasado cosas que no retuvimos porque seguramente ni siquiera nos llamaron la atención, por mucho que a otros sí, o viceversa.
No hay dos versiones iguales de los hechos, la memoria es tan extraña e inverosímil, dicen, que podemos llegamos a creernos historias que inventamos enteras, de tanto repetirlas.
Cada loco con su tema y cada uno con su cuento personal e intransferible, medio vivido y medio soñado. Como dice el neurocientífico Xurxo Mariño, los seres humanos somos una " máquina de realidad virtual"...
Por eso es muy difícil saber con seguridad si lo que sentimos y pensamos es realmente cierto, si los otros sienten y piensan lo que nosotros creemos que sienten y piensan, si las personas a quién más queremos son las que más nos quieren (no tienen porqué), en fin, qué parte de verdad y de mentira hay en esa realidad virtual de que habla Mariño.
Casi nada es como lo vemos, solo hay verdades a medias y nosotros nos quedamos siempre con lo que más nos gusta y nos protege; como cuando se apaga una estrella y seguimos viéndola cintilante en la noche.
Todo es breve y confuso, tratamos de guardar los recuerdos que elige una memoria infiel y caprichosa para conjurar ese callejón sin salida que es el tiempo.
"¡Ya somos el olvido que seremos!" ( J. L.Borges)
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| óleo de Moses Soyer |
Não vale a pena viver agarrado ao passado, é preciso viver o que temos agora, porque tudo passa e fica apenas a ilusão do vivido.
ResponderEliminarAs pinturas são muito bonitas, mas gosto ainda mais da segunda.
Um beijinho grande e boa semana!
Solo cuando tenemos ya muchos años aprendemos muchas cosas, entre ellas los entresijos de la memoria, y también lo que es importante de verdad, que son cuatro cosas muy sencillas. Es un hecho que recordando las mismas vivencias, cada persona recuerda cosas distintas, nunca lo vemos todo y transfiguramos la realidad, tanto así que lo de los testigos oculares en los juicios dejó de ser determinante, porque muchas veces cada uno había visto una cosa distinta y se comprobó que había muchos condenados inocentes a cuenta de los testigos presenciales. Como muy bien refiere, guardamos nuestras ofensas de los demás, pero alguien tendrá guardadas las nuestras, nuestros fallos, nuestras culpas, de que muchas veces no somos conscientes. Así es la vida, donde podemos ver brillar en el cielo estrellas ya muertas. NAda es lo que parece, pero eso solo se aprende con la experiencia.
ResponderEliminarComo siempre, me gustó mucho leerla. Así en la distancia, usted parece maravillosa, y estoy segura de que lo es, que no perfecta, la perfección no existe, y sería aburrida seguro.
Un abrazo muy fuerte de su gran amigo
Manuel
As vezes sofremos tanto com o passado e isso é muito ruim. Mas não temos muito como escapar dele, temos como impedir que chegue até nós, porque podemos mudar a forma que o vemos.
ResponderEliminarNo fundo sofremos também para ficarmos fortes.
Guardemos então gestos e carinho, nos darão força para os dias tristes.
bjs de quem não te esquece.
Olá! De regresso vim aqui de corrida!
ResponderEliminarSim, as recordações, o que se viveu, o que passou é nesta altura um somatório em que não vale a pena saber se faríamo de outra maneira... noutra vida.
O que vemos e vivemos são experiências tantas vezes incomunicáveis. Ninguém olha, nem vê da mesma maneira mesmo que se esteja lado a lado, em simbiose quase.
"No hay dos versiones iguales de los hechos, la memoria es tan extraña e inverosímil, dicen, que llegamos a creernos historias que inventamos enteras, de tanto repetirlas."
Dá-me graça ler isto porque tantas vezes já não sei se é a realidade ou a história afinal não foi assim. E as versões da mesma história, as verdades, são sempre completamente diversas.
Não olho para trás, não gosto de pensar que "dantes é que era bom", era e não era. Gosto de olhar em frente mesmo com a dor de lembrar tantas pessoas, tantas coisas do passado, com muita saudade.
E lembro -tal como diz o nosso amigoa Manuel- as coisas mais simples que hoje me fazem sorrir e me enternecem...
Decidi que não quero tristezas: o que vem à nossa frente tem de ser melhor!
Custe o que custe! Mesmo que inventemos nós essa história!
Beijos de saudades (!!!)e uma boa noite.