óleo de Gertrude Abercrombie |
Hoy quiero hacer un brindis, en el último día de un año complicado, el nº 13 del siglo XXI, por la gente que pese a todo siempre mantiene la buena educación como una segunda piel, como un patrimonio del alma que no se tiene nunca o se tiene hasta morir, incluso en las malas horas, en las más desesperadas, pero también en las situaciones triviales de los días sin historia. No guarda relación con saber usar los cubiertos o hablar fino, la gente educada es la que nunca hiere aunque la hieran, la que es tolerante incluso con lo que no comparte, la que es siempre amable y sencilla, paciente, agradecida, capaz de reconocer sus fallos y las virtudes ajenas, dueña de un algo sutil que solo se mueve de corazón a corazón. Gente inteligente y sensible, muy fácil de tratar pero imposible de manipular. Esa gente.
óleo de Daniel Ridgway |