martes, 1 de febrero de 2022

LAS CLASES SOCIALES

 

                                                                                      Jack Vettriano


Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro. 
D. Quijote de la Mancha                           


De niños nos sentimos todos iguales, hasta que llega un momento aciago en que se nos comunica cual es nuestro lugar en el mundo: entonces cambian las tornas y cada uno tendrá que enfrentarse con sus armas a la lucha por la supervivencia, algunos entre algodones y otros siempre cuesta arriba, donde cada paso será una fatiga y un sufrir.
Cuanto más inculto y decadente es el país, peores son las expectativas para la mayoría: ya el gran Confucio sentenció, allá en la China de hace unos 2500 años, que "donde había educación no había distinción de clases". Es aberrante que la cuna determine las oportunidades y que la estratificación social sea tan rígida. Los salarios debían depender de los beneficios generados a la comunidad y el valor de las mercancías de la cantidad de tiempo y esfuerzo que hacen falta para su producción. Las únicas fuentes de riqueza, las que nos han traído hasta donde estamos, son el trabajo, la valía intelectual, el talento, la ciencia, la ética, la solidaridad, la voluntad de avanzar juntos. Por el contrario la ignorancia, el odio o el consumismo salvaje no nos engrandecen, ni a nosotros ni al mundo en que vivimos. La vergonzosa apología mediática de los bienes materiales en detrimento de la cultura conduce por caminos equivocados y peligrosos, mientras la explotación de un proletariado desprovisto de oportunidades pedagógicas produce un aborregamiento y un riesgo de manipulación terroríficos. Así mismo la ineptitud de los políticos, su abuso de poder y corrupción, han sido y seguirán siendo una de las causas fundamentales de grandes miserias y catástrofes. 
El economista Schumpeter (1883-1950) concibió un socialismo que emergería después de que el capitalismo pereciera: lo que entonces era una utopía debía ser posible hoy, con una renta básica universal, una jornada laboral de 15 horas para todos, unas leyes igualitarias y un materialismo sostenible. 
Se está percibiendo un escenario tan preocupante, la crisis planetaria es de tal magnitud, las heridas son tan profundas, que lleva muchos ancianos, según caso, claro, a pensar que les tocó vivir la época dorada de la Historia, o que, como dijo alguien, "antiguamente el futuro era mejor". 


1 comentario:

  1. Deixei passar este post teu nem sei porquê nem como, devia andar em má fase.
    Tudo parece tão evidente, mas por que não é assim? Por que razão o homem faz o contrário do que deve? Tinha razão o Confúcio (ele tinha sempre razão, acho)
    Cuanto más inculto y decadente es el país, peores son las expectativas para la mayoría: ya el gran Confucio sentenció, allá en la China de hace unos 2500 años, que "donde había educación no había distinción de clases". Es aberrante que la cuna determine las oportunidades y que la estratificación social sea tan rígida."
    Muitos beijinhos e continua sempre!

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