miércoles, 1 de octubre de 2025

EL PLANETA AZUL







                                                      Vangel Naumosky




Érase una vez un planeta de gran belleza, natural y ecológico, el único con vida en el universo insondable que aun sigue en expansión, un caso extraordinario en la evolución cósmica, un lugar cuya habitabilidad parece ser la consecuencia de una cadena de coincidencias casi irrepetibles. En un momento dado, hace tan solo 8200 millones de años, un suspiro comparado con la eternidad, algunos homínidos se volvieron Homo sapiens y empezaron a pensar, a emocionarse y a desarrollar el cerebro hasta protagonizar avances asombrosos, siempre gracias a las mentes más privilegiadas, claro. Una historia apasionante, llena de grandezas y miserias.
Ahora tenemos unos problemas gravísimos que ponen en peligro la supervivencia planetaria, no solo la del hombre sino la de toda fauna y flora.
No podemos seguir en manos de mandamases aprovechados, con mucha ambición y pocas luces, y para muestra tan solo un botón: ya sobramos dos tercios de la población mundial, y sin embargo en países como España, por ejemplo, con 3 millones de parados, los políticos fomentan el "aumento inaplazable" de la natalidad: ¡¡que nazcan muchos  niños, necesarios tan solo para pagar mañana las pensiones de los trabajadores de hoy!! 
El futuro de la humanidad corre serio peligro con ciertas mentes al mando, las cuales siempre huyen hacia delante para no enfrentarse a los problemas con clarividencia, determinación y honradez. Hace falta un consenso universal para, entre otras muchas cosas, regular precisamente los nacimientos en todo el mundo, y también la distribución del trabajo, de la riqueza, del consumo salvaje, etcétera, etcétera: inteligencia, cultura, determinación y valentía por parte de los que organizan el cotarro y también, por supuesto, de la población. 
La Naturaleza es indomable, mucho más fuerte que nosotros, y cuanto más tecnología tenemos, más peligroso se está volviendo el futuro, esperando que mandatarios incapaces y desequilibrados encuentren soluciones a problemas cada vez más alarmantes. 
Afirma Woody Allen que "hemos pasado por momentos desoladores a lo largo de la Historia y da la impresión que siempre salimos adelante después de pagar unas multas terribles". Y tan terribles. Hasta el día en que nadie se salve de la hecatombe.
De momento algunos disfrutamos todavía de una existencia grata, rodeados de belleza y de paz. Pero la incertidumbre y el miedo acechan, y más todavía por nuestros descendientes. Estamos en una encrucijada tan compleja, que no podemos dejar el futuro en manos de los más espabilados e incompetentes.