jueves, 14 de agosto de 2014

LA SEÑORA FERRUSOLA









obra de Jonh Brack




La señora Ferrusola ha sido durante 23 largos años la Primera Dama de la Generalitat, esposa ella del aún titulado molt honorable, un hombre fisicamente bajito pero con la autoestima muy alta, que afirmaba con esa autoridad que se gastaba que el resto de los españoles robaba a Cataluña. Punt.
Otro día la pareja Pujol salió de su escondite en el Ampurdán, acorralados por la prensa después del fétido bombazo, y ella le susurró a él : " Tranquilo, que esto se olvida pronto". Tenía una mirada entre chula y diabólica, desafiante, que daba frío.
Señora Ferrusola, la dignidad es como el barro en los coches, si están limpios nadie se fija, pero si no, siempre hay un dedo que escribe guarro en el cristal : las personas terminan cayendo en el olvido, por muy importantes que sean en un momento dado, pero los apellidos, señora, hay que dejarlos lavados a las generaciones venideras, porque no solo de dinero vive la Historia, aunque también, por desgracia. Dentro de muchos años seguirá escrito en los papeles la catadura moral de su compinche, figura política que fue de gran relieve en este país multicultural llamado España.
Crea usted, aunque le parezca imposible, que se puede ser feliz con una vida limpia y sencilla, inteligente y sana, más que sentado sobre millones pringados de mierda. 


obra de Kees van Dongen

3 comentarios:

  1. Muito duro este teu post. Justo, com certeza. Mas eu não conheço "essa" realidade daí... E perco-me nas notícias de Espanha. Sei mais do que se passa em França - um absurdo, não é?
    No entanto tudo o que dizes, eu sigo e repito: A dignidade é outra coisa muito diferente do que se ter dinheiro e apelidos sonantes! Até "porque no solo de dinero vive la Historia, aunque también, por desgracia..." Besito e gracias por haveres volvido a la charla de los amigos!

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  2. De certeza que se pode ser mais feliz como dizes!

    É bom ver-te de volta, Maria.
    Um beijinho grande e bom fim-de-semana :)

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  3. He visto la imagen a que se refiere, querida María, y me dio la sensación de que estaba mirando una loca, una adicta al dinero, un personaje incapaz de tener dignidad. Comprendo su rabia, que es la de todos. Creíamos en este tipo, todo un presidente lleno de poder, y no hizo más que acopiar dinero en paraísos fiscales, cifras de vértigo, más de lo que puedan gastar ellos y su prole, como si nunca tuviesen bastante. Todavía no he salido de mi estupor, no comprendo como cosas así son posibles a la vista de muchos, parece que muchos estén conchabados, que todos los de alrededor, políticos o no, sean responsables. Ya no confiamos en nadie, estamos desbordados con tamaña sinvergüenzería, mientras el país se desangra.
    Supongo que siempre hubo cosas así, solo que ahora acaban por conocerse algunas, aunque dudo de que sirva de mucho. Somos un pueblo con una historia triste, María, gracias a unos cuantos descerebrados.
    Un fuerte abrazo, me alegro de que siga escribiendo de vez en cuando. Los cuadros magníficos, la de amarillo se parece a la Ferrusola...
    Manuel

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