El odio siempre ha causado graves problemas en el mundo y nunca ayudó a solucionar ninguno. Si la vida nos pone en la tesitura de tener que elegir entre el perdón o el odio, siempre el perdón es la mejor alternativa para nuestra salud mental. El odio es destructor, la clemencia redime.
Afirmó Shakespeare que "las masas pueden amar u odiar en grupo, sin mayor fundamento". Es triste pero auténtico y demasiado frecuente. El rencor es contagioso como un virus, es la fortaleza de los débiles, el valor de los cobardes, produce sociedades enfermas de fanatismo, crueldad e injusticia.
Quién es esclavo del odio y no es capaz de perdonar no puede quererse a sí mismo, vive prisionero en una cárcel sin luz ni alegría; es la salida más común que tienen los amargados y victimistas para enfrentarse a sus propias miserias. En corazones pequeños no caben sentimientos nobles: el que odia también se siente frustrado si no es recíproca la aversión, si su persona y su inquina son completamente indiferentes a la otra parte.
Tan solo hablar de este tóxico sentimiento empobrece y da frío, como cuando nos metemos en charcos enfangados de intolerancia y mezquindad.
Más difícil pero más sublime que odiar es amar, el odio nos hace esclavos, el perdón nos hace libres.
É um sentimento destruidor o ódio e mantém prisioneiro quem o sente, tens toda a razão! Destrói os outros que são odiados? Não sei, mas de certeza sei que destrói os que odeiam. Eu só odeio o ódio. Espero que me seja perdoado...
ResponderEliminarTodas as situações já graves, já confusas, já injustas de um lado como do outro quando se mistura com a realidade das situações e a inconsequência dos sentimentos é sempre a causa dos grandes massacres e do Mal.
Tem razão Shakespeare, como dizes: "las masas pueden amar u odiar en grupo, sin mayor fundamento".
E é talvez a maior desgraça que possa acontecer.
"El rencor es contagioso como un virus..."
Enfim, que te posso dizer? Infelizmente é tão corrente. Conheço pessoas assim.E são infelizes porque não se libertam dos seus ódios.
Beijinhos e ternura para ti que não queres odiar! Eu também não quero, tenho a certeza.