jueves, 1 de septiembre de 2022

POLÍTICA

 



        Leonora Carrington


Todos creemos entender de política, en realidad todos somos política porque en casi todo ella está presente, a nivel local, territorial, nacional, continental, mundial,  planetario... No hay escapatoria. Quizás por eso es el tema de conversación más recurrente entre las personas aburridas y faltas de imaginación: hablar de política cansa, es estéril, previsible, da malas vibraciones, cabrea, quita la paz interior, radicaliza, enfrenta, divide, crea bandos con la necesidad de posicionarse. Al final son casi siempre charlas monótonas que no aportan nada, más de lo mismo una y otra vez. Tenemos ya bastantes cosas que nos desgasten, pero nos encanta arreglar el mundo desde nuestro profundo conocimiento de las causas y los efectos de cada hecho puntual, con una opinión ideológicamente muy definida que por descontado es la mejor, la única, la verdadera e incuestionable. Nos sigue viniendo grande lo que ya dijo Aristóteles, que una persona educada puede entender un pensamiento distinto al suyo sin necesidad de aceptarlo.
Está comprobado que por desgracia, incluso los más expertos y sagaces solo manejan certezas a toro pasado, sobre hechos consumados, porque en el momento pocos saben a ciencia cierta por donde van a ir los tiros, y el futuro no lo controlan ni los científicos. Solo con el paso del tiempo se viene a saber quién se ha equivocado más o quién ha mentido menos...Los acontecimientos se escurren por derroteros imprevisibles, y luego las cosas se van arreglando ellas solas y poco a poco, sin otra alternativa que mucho trabajo y sufrimiento de la mayoría. Los menos enterados y carentes de sentido común son por regla general los que pretenden saberlo todo, nadie reconoce no tener una opinión clara y fundamentada sobre algo. Detrás de cada mandatario prepotente existe una gran vanidad y ambición, mezcladas con un oculto y nefasto complejo de inferioridad de alguien amargado o maltratado por la vida en algún momento. Y detrás de cada gobernante corrupto, un ambicioso compulsivo que no debería jamás llegar a tener autoridad ninguna. Por otra parte, los que dan la cara son algunas veces títeres de otros que manejan el cotarro desde la sombra, oscura y sibilinamente. Con la globalización todavía es más difícil controlar donde está el poder, nos gobiernan unos pseudo abanderados del patriotismo a los que solo les interesa lo que les conviene, en detrimento del bien común y del país al que presumen de amar tanto.
La política es desencanto y frustración, prevalece entre los ciudadanos un sentimiento desolador de abandono, de un "buenismo" interesado, de falta de autoridad y eficacia, de que no son las instituciones, enfín, las que nos van a sacar las castañas del fuego en caso de apuro; las parrafadas de los dirigentes son por regla general monólogos sordos de egos inflados que dejan de mirar alrededor y solo se escuchan a sí mismos. Y mientras tanto, las personas que podían ser más útiles, las más capacitadas y brillantes se quedan a un lado: como dice el historiador Álvaro Van den Brule," la estulticia de los incompetentes convierte un país en cementerios de inteligencias, aplastadas por la ineptitud de aquellos que solo medran en torno al poder". Indignante pero tristemente cierto en la mayoría de los casos. 

 " Experimento una aversión radical hacia la política. No es que no me interese: me repele. Levo toda mi vida huyendo de ella igual que huyo de mis relaciones con el poder". 
Liudmila Ulítskaya.

2 comentarios:

  1. Gosto sempre de te "ouvir", Sim, falar "de política cansa, es estéril, previsible, da malas vibraciones, cabrea, quita la paz interior, radicaliza, enfrenta, divide, crea bandos con la necesidad de posicionarse."
    Eu já não discuto com quase ninguém. Bem ,às vezes irrito-me a sério com certas afirmações. Mas não de modo a criar uma posição ou 'afirmar-me'. É só nervoso - e depende das pessoas. Ontem veio almoçar uma sobrinha do Manuel com o marido e os filhotes. Claro que não me irritei com a conversa dela quando começou a dizer que o Salazar tinha feito muitas coisas boas, mas só me ri e perguntei duas ou três coisas enquanto brincava com ela. Ela não estava convencida de nada A família da mãe será com certeza muito conservadora e a conversa que ouviu toda a vida terá influência, nunca me poria a discutir com ela.
    Inteligente sim o Aristóteles que sabia muito : "una persona educada puede entender un pensamiento distinto al suyo sin necesidad de aceptarlo." Esta é a atitude certa : entender mas não julgar (esta era a "filosofia" do Inspector Maigret!)
    Vim procurar-te, venho sempre mas não tens escrito nada. No entanto é necessário escrever! e fico muito contente porque
    para mim é uma forma de não cair na estupidez e no desencanto. Gosto de ouvir opiniões de gente que pensa!
    Muitos beijinhos. Ando outra vez em baixo. Pareço um carrossel com cavalinhos, ora em cima, ora em baixo. Um dia passará!

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  2. Só para acrescentar que gostei muito do quadro da Leonora Carrington!

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