martes, 9 de agosto de 2011

SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO



óleo de Henry Herbert La Thangue



El invierno de nuestro descontento se hizo verano como el de Shakespeare, se hizo plenitud, apoteosis de las cosas antes de la inevitable caída, se hizo cenit, explosión de calor y de vida.
El verano es poca ropa, sensualidad, sudor, siesta, vagancia, noches cálidas y perfumadas, largas charlas a la luz de las estrellas, sangría fresquita con limón, puertas abiertas, flores de todos los colores, frutas maduras, cascadas de verdes, césped recién cortado, trinos, chicharras, cortejos nupciales, del águila real al abejaruco.
El verano es tiempo de esplendor, llega con su caliente hermosura ajeno a las hecatombes, a las grandes fortunas y a las grandes miserias, a las deudas soberanas y a los mercados, el verano no cuesta dinero para quien quiera disfrutarlo sin impuesto añadido.
Tengo la suerte de vivir junto al mar rodeada de verde y de disfrutar de un clima generoso.
Sentada al atardecer en mi cafetería de todo el año, no dejo de maravillarme con el bullicio que significa el mes de agosto: un mar de sombrillas, la megafonía que todos los días encuentra niños antes de que sus padres se enteren de que los han perdido, el desfile de una juventud cada día más alta y más guapa, las señoras entradas en carnes medio desnudas entre transparencias de alegres estampados, los caballeros luciendo pantorrilla y barriga cervecera, los sombreros imposibles, los niños vestidos de Zara, las parejas de gays haciéndose arrumacos, libres como pájaros, familias enteras tomando el helado, con la abuela ajada pero feliz, la madre o la suegra, el matrimonio y sus chavales con el bebé de teta incluido aunque sean las tantas: en verano no hay horarios, hay más marcha a las dos de la mañana que a las dos de la tarde.
Me encanta salir hasta muy tarde, tomar una pizza divina o unas gambas fresquísimas, charlar y empaparme de vidilla entre gentes de todos los colores, hombres mayores derretidos con alguna jovencita, parejas de mediana edad demasiado embelesadas para tratarse de amores antiguos, parejas con hijos de él, hijos de ella e hijos de los dos, viejas damas coquetísimas charlando animadas y soñando con una última oportunidad, tipos solitarios agarrados a una copa, gente que se desternilla de risa, gente que discute acalorada, amores de estreno y otros que están echando el cierre — todo cabe en la bulla palpitante de una noche cálida.
Me gusta respirar muy hondo y pensar satisfecha: "¡Más una noche perfumada de rosas y jazmines! Tiempo habrá de que llegue el invierno."

"De tantas cosas, nos quedó el sentido:
precisamente de lo suave y tierno
hemos sacado un poco de saber;
como de un secreto jardín,
como de un almohadón de seda
que se nos ha metido bajo el sueño,
o de algo que nos quiera
con ternura desconcertante..."

  ( Rainer María Rilke)



óleo de Gina Intveen



5 comentarios:

  1. Uma descrição perfeita da confusão, mistura e colorido duma zona de praia no Verão.
    ( mas eu se puder escolher, gosto mais duma praia sossegada,sem confusão ).
    Invejo-a por morar junto do mar.
    Boa semana

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  2. Me quedo con la foto de ese perro pensativo. Muy buena.

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  3. Yo soy de montaña, pero sé como somos los españoles en verano, alegres y vitalistas, estemos donde estemos. Me alegro de que la crisis no haya podido con nuestras ganas de vivir, y comprendo que a usted le guste la alegria contagiosa de la gente, seguro que tiene el resto del año para disfrutar de sosiego, y como bien dice, ya llegará el invierno,cada cosa a su tiempo.
    Me gustó mucho su visión de agosto, y las fotos, tan originales como usted.
    Hoy me encuentro bastante bien, y deseo que siga disfrutando de este verano de nuestro descontento...
    Abrazo, Manuel

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  4. Nossa Maria,

    Que esse mar maravilhoso te guarde sempre e sempre te lave os pensamentos e te repouse em perfume. Com o verão, abrimos mais os olhos e ganhamos forças pra aquecer os motores.

    bom verão e dê uns mergulhos por nós.

    muitos bjs - das 5

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  5. Gostei tanto!!!!
    Imagino-te, alegre, tomando "la leche merengada", nos sítios onde "la gente se desternilla de risa",e fico contente!
    Como diz no seu comentário o nosso amigo Manuel, fico feliz por ver que a crise não deu cabo da alegria de viver dos espanhóis! Já nós, portugueses, os sorumbáticos, temos mais dificuldades...
    E, claro, temos "el resto del año para disfrutar de sosiego, y como bien dice, ya llegará el invierno,cada cosa a su tiempo".
    Eu saio pouco, fico por aqui, há anos que não vou à praia!
    Assim, contigo a ver o Verão com olhos de apreciar, fico mais contente!
    Beijinhos e já agora toma "una leche merengada" por mim. Bem geladinho!

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