Foto de Maria João ( Blog O Falcão de Jade) |
"El amor no es solo un sentimiento, también es un arte"
( H. de Balzac)
( H. de Balzac)
Pierrot tenía un corazón muy blanco, de poeta y soñador. Necesitaba darse, darse hasta no ser él, encontrar una salida para el ansia de amar, de querer a otra persona más que a sí mismo, de regalarle su vida si fuese necesario.
Se enamoró de Colombina y creyó que sus corazones latían al compás, que ella sentía lo mismo, que era igual de sincera y pura. Como en los cuentos.
Pero de la mano de Arlequín le tocó aprender que la vida nunca es como soñamos, que nada es lo que parece, que hay otra función, más fea y más difícil, donde el cielo no es tan azul.
Entonces Pierrot recogió los trozos de su alma rota, la recompuso como pudo y siguió adelante lamiéndose unas heridas que al cicatrizar le dejaron la enseñanza de como estar solo por dentro, de compartir soledades y amar solo lo que que no hace daño.
Entonces Pierrot recogió los trozos de su alma rota, la recompuso como pudo y siguió adelante lamiéndose unas heridas que al cicatrizar le dejaron la enseñanza de como estar solo por dentro, de compartir soledades y amar solo lo que que no hace daño.
Un frío día de invierno Colombina volvió a él, aterida y desengañada, intentando recuperar lo que había desechado, pero ya ni Pierrot era el mismo, ni ella esa persona a la que había amado tanto.
Pour peindre vos grâces fines
Votre taille de roseau
Je saurai prendre à Watteau
Son âme, ô ma Colombine.
Un vieil air de mandoline,
L´évoquera du tombeau.
Pour peindre vos grâces fines
Votre taille de roseau...
obra de William Zorach |
Tão bonito!
ResponderEliminarUm beijinho grande
Bonita historia, María, muy corta y sin embargo llena de contenido. Como usted sabe. Al final Pierrot sabe vivir, porque sabe amar, sabe sufrir y también protegerse del dolor, quererse a sí mismo, y a todo lo bello que la vida ofrece sin pasar factura. Se nota que este Pierrot ya ha cumplido muchos años, porque hay cosas que solo se aprenden con el tiempo...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Manuel
Pierrot é uma figura que nos faz sofrer sempre... Porque sofremos com ele, tanto nos identificamos com esse amor puro, quase impossível. . .
ResponderEliminarAprende com o sofrimento? não sei, não acredito que ele se torne "sábio"...
Como contas tu, "Pierrot recogió entonces los trocitos de su alma, la recompuso como pudo y siguió adelante..."
E voltou a amar! Mesmo sozinho, protegendo-se de novas dores, amou!
Fim da história ...feliz...
Gostei muito de ver o meu velho Pierrot (que já esteve quase no lixo!)aqui na tua página! Teve outra vida, pôde renascer das cinzas da sua dor! Haha!
Beijinhos.
Também gostei da nova pintura que não sei de quem é...
É uma versão muito livre, o pobre Pierrot aprende a não sofrer e a disfrutar da vida. Quando a Colombina quer voltar, já é tarde. Voilà. Estava a pensar em alguém quando escrevi a história, necessito viver o relato, senão aborreço-me.
ResponderEliminarParece mentira que tenhas pensado em deitá-lo para o lixo ( o Pierrot, não o relato), como chegou às tuas mãos ingratas? Eu tive um de vidro de Murano, que se partiu, como tantíssimas coisas, numa das muitas mudanças de casa.
A pintura é da catalã Monserrat Gudiol, artista contemporânea ( nasceu em 1933) de que gosto bastante.
Até logo, um beijinho
A arte de amar, por certo a mestra de todas as outras.
ResponderEliminarbjs com saudades, mas em breve estaremos de volta.