viernes, 28 de junio de 2013

EL VASO





óleo de Alexandre Chantron


Con cincuenta años perdió a su única hija en un accidente con una moto que le había regalado la madre, pues era la ilusión de su vida, aunque él hubiese preferido un cochecito. El día que se cumplió un año de la tragedia, su amada compañera, su amante, su amiga, se cortó las venas, incapaz de ver salida a tanto dolor y sentimiento de culpa.
El hombre pasó de tenerlo todo a quedarse sin nada, de tener sueños a tener recuerdos, de las risas a los silencios interminables, de la dulce ternura a la más cruel soledad.
Por suerte vivía en el campo, en contacto permanente con la naturaleza, con su perro, su jardín, su huerto, su sol y su luna, sus pájaros, sus libros, y lo más preciado, sus fotos, el rastro de ellas en todas las cosas, además de en su corazón.
Pero un día le agobiaron tanto las ausencias que se enfrentó a sí mismo dispuesto a poner remedio a tan doloroso existir: o se apeaba de la vida como su mujer, o seguía viviendo con coherencia y resignación. Miró el viejo vaso, compañero de los buenos y los malos tragos y se preguntó con qué llenarlo: ¿ con alcohol, hasta embotar el cerebro y anestesiar el alma, con cicuta, con hiel, con amargura, con nada? 
Entonces tomó la determinación de reinventarse con sabiduría, mientras afuera llovía mansamente como aquella tarde en que vio marchar su niña alegre por el sendero para no volver más.
Llenó el vaso de lluvia y la bebió con la sana intención de lavarse por dentro, de hacer de la vida un lugar habitable — con lo que quedaba, no con lo que había perdido. Sin ataduras ni perspectivas, libre como un halcón.

3 comentarios:

  1. Pelo que percebi, sobreviveu à dor e seguiu o caminho, vivendo. Foi assim?
    (Ai, esta coisa de não escreveres em português!)

    Gostei muito do texto e do final escolhido, se é como digo. Porque a vida vale sempre a pena ser vivida.

    Gostei muito das pinturas escolhidas.
    Um beijinho grande e bom finde!

    ResponderEliminar
  2. No sabemos como somos realmente hasta que la vida nos pone a prueba. No sabemos si somos como ese hombre o si nos gustaría serlo, y lo que sentimos es pura admiración. DE todas formas estoy seguro que usted procuraría siempre llenar ese vaso de la vida con agua de lluvia, no con drogas y desesperación, porque es una persona positiva e inteligente que sabe vivir.
    El cuadro de arriba me parece de una belleza y perfección absolutas. Una persona capaz de pintar así, merecía ser más conocida, con las mediocridades que hay por ahí como gran cosa. En fin, supongo que para un artista ser realmente bueno ya es premio suficiente.
    Enhorabuena por este post, querida María.
    Un fuerte abrazo,
    Manuel
    l

    ResponderEliminar
  3. A sabedoria é o que resta sempre para dar a volta à vida, claro! Sofrimentos, dores profundas, desilusões deve ser difícil ultrapassá-las, mas nada nos deve levar, como dizes, a "anestesiar el alma, con cicuta, con hiel, con amargura, con nada?"
    Para o "nada", não há nada como a água da chuva,ou o mar, as flores, o respiro dos seres que quase nem vemos, a beleza do pôr do sol, os amigos que "apitam" sempre, a dizer "eu vou bem, e tu?"
    "Vivamos já que temos a vida começada", parafraseando um poema "dancemos já que temos a valsa começada..."
    Nada é tão belo como viver a vida! Dando sempre a volta por cima, como o homem do teu post! UM quadro muito belo, sem dúvida!
    Voltei do mar do Alentejo! Nada como ir ver as raízes (eu não tenho raízes, ou ...tenho tantas! Que bom!)
    Beijinhos

    ResponderEliminar