lunes, 7 de octubre de 2013

ORGULLO Y PREJUICIO






óleo de Ferdinand Hodler


Hay pueblos que confían en sí mismos, que siempre caen de pie porque no temen al futuro, que cada vez que son devastados por la derrota o el infortunio se ponen de nuevo en movimiento, se rehacen pronto y vuelven al lugar que quieren ocupar en el mundo, entre los mejores y las economías punteras, porque hay pueblos que siempre pisan fuerte, cuando ganan y cuando pierden. Por contra hay otros siempre encogidos, acomplejados y serviles cuando pierden y cuando ganan, distraídos e inseguros, viendo pasar de largo los trenes de la prosperidad.
Hay pueblos emprendedores, disciplinados, con sentido de la entrega y del compromiso, que trabajan unidos como nación por el bien común, y por contra hay otros que solo buscan a quién culpar de todos los fracasos, de los que al final nadie se siente responsable.
Hay pueblos con un concepto de Justicia que no admite el mal gobierno y la corrupción sin castigo, pueblos donde las leyes se aplican y los políticos solo pueden ser eficientes y honestos. Por contra hay otros que son caldo de cultivo de gente apocada y derrotista, que agacha la cabeza y acepta los desastres evitables como un destino, mientras sigue viendo una televisión cada vez más tonta o fomenta en las redes sociales el narcisismo estéril y la estupidez colectiva — como en un regreso al pasado, en un eterno retorno, mientras en el resto del mundo muchos avanzan sin pausa.
Hay pueblos donde el esfuerzo y el talento siempre tienen un sitio, y otros donde hoy por hoy lo mejor de la patria se tiene que marchar, como antaño la mano de obra barata para los trabajos sucios. 
Por eso no termina nunca la misma maldición: sigue habiendo pueblos de primera y pueblos de segunda, los unos con su orgullo y prejuicio, y los otros con sus complejos ancestrales. A veces juntos, pero nunca revueltos.
Solo cabe averiguar el porqué, el desde cuando y el hasta cuando.



Ilustración de Gustav Doré




4 comentarios:

  1. Não sei se isto que dizes se aplica só aos povos, ou também às pessoas.

    É uma tristeza ver países como Portugal morrer aos poucos, às mãos de gananciosos e incompetentes, quando, se quisessem, teríamos capacidade para ser autónomos e independentes. Orgulho, é coisa que os nossos governantes não têm em relação a Portugal.
    Revolta-me!

    Um beijinho grande :)

    (Acho a primeira pintura lindíssima!)

    ResponderEliminar
  2. Minha querida, tens razão, o que não nos anima nem a mim nem a ti, nem a ninguém...
    Sim, "hay pueblos que siempre pisan fuerte, cuando ganan y cuando pierden." E há os outros... De 1ª ou de 2ª não creio, mas com muitas diferenças. Por mais voltas que queiramos dar, temos de pensar porquê: "Solo cabe averiguar el porqué, el desde cuando y el hasta cuando..."
    A quem cabe esse trabalho? Eu acho que a todos nós... Já há uns séculos que Ribeiro Sanches falava da "reforma das mentalidades", depois foi António Sérgio e mais este e aquele, mas não se fez nada...
    Por que razão, esses mesmos povos,os que em princípio seriam de 2º, noutra realidade reagem como os de 1ª? Porque são mandados melhor? não acreditamos, pois não... Porque têm outros meios de chegar às coisas? Porque têm melhores qualidades de vida e de trabalho? Ai isso sim!
    Ainda hoje vi que os meninos holandeses são os mais felizes da Europa! na escola, em casa são felizes! E porquê? Eles explicavam: porque a escola lhes dá mais apoio, porque os professores os conhecem a todos um por um, porque os pais têm uma tarde por semana para poderem estar com os filhos (chama-se o "dia dos pais"), sairem juntos, divertirem-se juntos, falarem...sem ser só no weekend. Isto conta tanto!
    Fico sempre triste, no fim. è bom que se tome consciência.E tu estás sempre a fazê-lo, minha amiga!
    Um beijo e boa noite

    ResponderEliminar
  3. Así es Martía, hay pueblos bien gobernados, y los hay como el nuestro, que ahora mismo se parece más a un barco a la deriva. DE la corrupción ya no vale la pena ni hablar, ha sobrepasado todo lo imaginable. Y nuestro servilismo llega a dar verguënza ajena, y nuestra televisión es el reflejo evidente de nuestra decadencia y del grado de estupidez que hemos alcanzado todos, los que la hacen y los que la vemos. Nada va bien, todo va mal y no nos queda tan siquiera el orgullo de lo que hemos sido hace ya tiempo ni la esperanza de lo que seremos mañana. Para este viaje no necesitábamos alforjas.
    Un gran abrazo ,
    Manuel.

    ResponderEliminar
  4. Só para dizer que gostei muito do querido D.Quixote mais o amigo Sancho. Estes são e serão os Homens! na sua riqueza, no sonho, na fraqueza e na força... Eternos!
    beijos

    ResponderEliminar