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| obra de Hugo Simberg |
¡Nuestros niños, lo más parecido a un mundo bello a que podemos aspirar, lo más alejado de la maldad en su pureza inmaculada!
Nuestros niños necesitan y confían en los mayores que les fallan como Judas. Ellos son la inocencia del Reino de los Cielos, la única humanidad transparente y plena en un universo inmenso que se expande sin alma ni consciencia de sí mismo, son lo único realmente grande en nuestras vidas tan pequeñas, su inocencia está al nivel de la inmensidad cósmica. Y sin embargo a veces les dejamos en manos de Lucifer, a menudo agazapado bajo el disfraz de dignatario, famoso, cura o cualquier otra estampa de normalidad e incluso de preeminencia. Nuestros niños y su desamparo, a los que un atajo de cobardes puede robar la infancia y la alegría, lo que es mucho peor que robar el dinero de todos los Bancos.
Nuestros niños son la reserva de la humanidad que se hunde, el espejo de lo mejor que podríamos llegar a ser de mayores, los dueños de unas calidades morales que se van perdiendo muy pronto, por obra y gracia de los adultos.
Somos capaces de soportar todas las indecencias, empezando por una muy básica: la que haya tantos pequeños pasando frío y hambre mientras nos llenamos la panza.
Todos somos culpables de todo, los verdugos y los que miramos hacia otro lado.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
(Nanas de la cebolla, Miguel Hernández)
E o 2º comentário que deixo, pois a internet anda incerta e quando já tinha tudo escrito, plof, pifou! Vou tentar dizer outra vez a minha revolta, igual à tua!
ResponderEliminar"Nuestros niños, lo más parecido a un mundo bello a que podemos aspirar" - imaginar sequer o mal que lhes pode acontecer, na sua ingenuidade e confiança! Tempos maus foram sempre para as crianças, não é de hoje sabemos todos, mas indigna a falta de vergonha porque hoje "SABE-SE" e não é como nos tempos em que se "escondia" o culpado -tantas vezes um familiar...
Uma aluna ainda hoje uma amiga especial contou-me o horror que era a noite para ela. Não era ninguém de fora, era de dentro. Conseguiu sempre fugir, escapar mas muitas vezes vinha chorar a dizer-me que já não tinha medo por ela, mas pela irmãzinha mais nova que, essa, não se saberia defender. Por sorte, nada aconteceu. Anos mais tarde voltei a encontrá-la. Mulher inteligente, culta, forte, feliz e voltámos a falar muito.Disso e de tantas outras coisas.
A igreja tem o seu grande papel na peça! Como é possível? Deus existe para eles ou não? Como poderia Deus perdoar um gesto desses? Bastava rezar e fazer penitência? Deus o Deus se existe- perdoaria?
Enfim, espero que alguns sejam a consciência do Mundo e continuem a falar e a indignar-se e a protestar.
Que os nossos niños tenham o sono tranquilo que merecem ter!
Boa noite com os belíssimos e puros versos da Nana dellas cebollas!
uela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
beijos
Desde que tenho netos estou particularmente sensível ao tema das crianças, sinto que se alguém os fizesse sofrer, era capaz de qualquer coisa! Beijinhos
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