viernes, 1 de octubre de 2010

¿ DON JUAN HA MUERTO ?






                                    óleo de Max Slevogt 


El personaje de Don Juan se ha ido reinventando a través de los tiempos, siempre otro y siempre el mismo en su esencia, porque más allá del arquetipo que Tirso de Molina estrena en el Burlador de Sevilla, el donjuanismo  estuvo siempre  ahí, tan   universal como la  condición humana. 
Con la figura de Don Juan la literatura española pasa de la creación del mito quijotesco a uno mucho más real y abundante: el fanfarrón de buena presencia y verbo rimbombante del cual son presa fácil las damiselas inocentes, románticas  y confiadas, tan al uso hasta hace dos días...
A don Juan no le interesan las mujeres, ni el amor, ni la sexualidad (según algunas opiniones era, en ese sentido, "perro ladrador y poco mordedor"...): lo que realmente le motiva es demostrar a sí mismo y a los demás que siempre gana, que siempre vence, en un alarde patético y estéril de su ego. La mujer es tan sólo una presa de caza, nunca le preocupa herirla, porque en el fondo la desprecia, como buen narciso sin sentimientos de compasión que se siente ufano de sus fechorías, un prototipo decadente que aun se ve mucho por allí.
Contrariamente al perfil del Casanova, que a través de las mujeres parece acercarse a una auténtica vida placentera, don Juan es un insaciable crónico,  mezcla de arrogancia y mezquindad. Dice de él Rafael Argulhol : "Incapaz de vivir la racionalidad y los diferentes matices de la vida, llega a una situación en que lo único que hace es huir hacia delante acumulando sombras de placeres y de amores, pero nunca el placer y el amor".
El caso es que a estas alturas de la historia, nuestro flamante conquistador empedernido y toda su prestancia tienen los días contados, ya van quedando pocas mujeres que se dejen embaucar por esos seductores de pacotilla — hoy son ellas  las que eligen y exigen, y sufrir por amor está cayendo en desuso...
Son más bien ellos los que están desorientados o perdidos por completo: habrá que crear ciertamente otro personaje literario, otro macho un poquito más inteligente y sensible, capaz de enfrentarse de forma honrosa a la mujer del siglo XXI...
                                     

óleo de Fragonard
                   

¡Ah! ¿No es verdad, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
Esta aura que vaga llena
de los sencillos olores
de las campesinas flores,
que brota esa orilla amena;
esa agua limpia y serena
que atraviesa sin temor
la barca del pescador
que espera cantando el día,
¿no es cierto, paloma mía,
que están respirando amor?
      (Don Juan Tenorio, Escena III)           
           
             

                                                          

5 comentarios:

  1. Sem dúvida belos os versos...Sim, "paloma mia", bonitas palavras.
    Acreditar?
    É mais difícil, claro.
    Como cantava Dalida: "Parole, parole, parole..."
    No entanto, acredito que o amor é igual e que ao lado desse D. Juan há uma outra face do Juanito que é boa.
    beijos

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  2. Todo o Don Juan tem ao lado um Juanito, e todo o Juanito leva dentro um Don Juan ... (Broma)

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  3. Buenas tardes, señoras....

    Qué no daría yo por poder galantearlas al más puro estilo donjuanesco...

    Pero me temo que a sus ojos no sería más que un " juanito"...con pretensiones de Don juan...Así que me conformo con poder leerlas a menudo y poder cortejaras " virtualmente"...

    Siempre suyo.....

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  4. Y qué no daría yo, a estas alturas, para tener que "enfrentarme" a donjuanes o a donjuanitos...
    ¡Pero me temo que solo me quedan los juanetes!
    De todas formas lo más importante es ser buenas personas,¿no le parece?
    Me alegro que se acuerde de nosotras, mi amiga y yo.
    Siempre grata, María

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  5. Esta resposta é fora de série! Hahaha!

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