Charlie Rivel
Los balances de fin de año son como la limpieza de armarios, cada temporada hay que quitar viejo para meter nuevo.
Los balances de fin de año no gustan porque "da cosa" pensar en lo que nunca volverá, en el tiempo ya quemado con sus aciertos y sus errores, y en lo que está todavía por llegar, cargado de incertidumbres. Es mucho mejor centrarse en el presente que andar por las ramas de un futuro incierto.
Convivimos con el peligro igual que con la esperanza, pero nunca podemos saber como se va deshojar la margarita del destino — me toca... no me toca...
Unas veces tenemos el cielo al alcance de las manos y otras estamos a oscuras.
En Nochevieja a las doce brindamos por los próximos 365 días, y a veces detrás de una gran sonrisa escondemos una gran preocupación. Levantamos la copa de champagne siempre esperando que lo bueno dure y lo malo pase pronto.
¿Quién no ha sufrido alguna vez, quién no ha dudado de todo, quién no ha sentido miedo, quién no ha tenido frío, quién no se ha sentido nunca solo, perdido, pequeño, inseguro, quién no ha tenido que esconder amargura detrás de una mueca de payaso?
Siempre brindamos por la Vida sin dejar que lo visto y lo vivido pudran la alegría de existir — las Torres Gemelas en el suelo, Nueva Orleans inundado, las costas del pacífico anegadas por un tsunami gigante, mil tragedias escalofriantes vividas en directo que nos van robando la capacidad de asombro, pero nos llevan a comprender que la vida siempre sigue con los que siguen en ella. Como dice Elvira Lindo "hay algo obsceno en recrearse presagiando la caída al abismo de un pueblo entero": estamos a fin de año, momento de buenos deseos, y por eso yo, desde la seguridad de que no tengo nada seguro, pido para el próximo año, además de mucha salud para todos, que es lo más importante, un político iluminado para España, un Curchill, un De Gaule, un Willy Brandt, un Mitterrand, un Mandela, un Luther King...
Ser corrupto y agarrarse al sillón del poder cuando millones de ciudadanos no levantan cabeza, me parece una inmoralidad.
Ojalá este año pueda resurgir la esperanza colectiva, lo merecemos, y como el tiempo todo lo cura, seguro que estamos más cerca de ver la luz al final del túnel.
"Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad" ( Winston Churchill).
¡ FELIZ AÑO !
Pintura de Cimabue |
Já cá estou de volta!
ResponderEliminarContente por te ter lido,dizes sempre coisas verdadeiras. E falas do bem que houve também neste ano pendurado das desgraças! E é bom lembrar o que aconteceu de bom, um momento de solidariedade, de amor, de vontade de ajudar!
Brindemos a un Ano que nós vamos tentar "re-criar", empurrando um pouco aqui e um pouco ali e não deixando os velhos do Restelo dar cabo de nós com as suas ameaças e chantagens...
Bom Ano Novo, minha Amiga!
Deixo-te um pouco de mar...
Beijinhos
Acho que me esqueci de deixar o mar...Ãqui ficam as imagens de Porto Côvo.
ResponderEliminarBeijos
http://falcaodejade.blogspot.com/2010/12/entre-o-mar-e-charneca.html
La leo en silencio, siempre. Hoy quiero que lo sepa.
ResponderEliminarSiento su presencia. A lo mejor es para usted que escribo, Gracias.
ResponderEliminarQuerida João,não te preocupes por não deixar o teu mar, eu sei onde encontrá-lo.Beijinhos.
Mi querida amiga...
ResponderEliminarLe deseo a usted un año dichoso, donde estén mucho más presentes las alegrías que las penas.
Aunque no haya participado últimamente, quiero decirle que nunca dejo de leerla....
Le saluda su siempre admirador y espero que amigo, Manuel
Espero tenha entrado no Nvo Ano com o pédireito... Bem merece uma 2011 Feliz!
ResponderEliminarGracias, Manuel, por seguir leyéndome, es para mí un honor.También le deseo un feliz año a usted con todo mi cariño, María
ResponderEliminarObrigada, Manuel Poppe, Feliz Ano para você também,e se é sem o Cavaco melhor ainda...
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