lunes, 12 de marzo de 2012

LA MAGIA Y LA RAZÓN






obra de Kees Van Dongen







Acabo de leer "Los engaños de la mente" de Stephen Macknik y su mujer Susana Martinez-Conde, brillantes neurocientíficos que estudiaron através de los trucos de magia características neurológicas de nuestro cerebro tan particulares como el engaño, algo inerente al ser humano que lo hace sobrevivir mejor. Por lo visto el hecho de asociar la neurociencia con la magia aumenta el conocimiento de los circuitos cerebrales que procesan la cognición y su funcionamiento: vemos y oímos lo que queremos, y no nos damos cuenta del 95% de lo que pasa a nuestro alrededor; cada ojo equivale a una cámara de 1 megapixel, lo que en materia fotográfica es una insignificancia, y de lo poco que la vista alcanza el cerebro solo selecciona lo que más le llama la atención, complementándolo, eso sí, con el conocimiento — las neuronas multisensoriales combinan las sensaciones que nos entran a través de todos los sentidos a la vez, y las famosas neuronas espejo "disparan" de la misma forma cuando hacemos algo que si lo hace otra persona, que es lo que hace que nos reconozcamos en los demás.
Me gustó mucho la idea de que el cerebro vive en un estado de perpetuo engaño, fue como si en el fondo ya lo supiera pero aún no hubiera caído en ello. Lo único que hacen los magos es demonstrar que nuestro cerebro es un gran mentiroso, y curiosamente me sentí feliz de que así sea, de que el cerebro nos engañe, de que veamos lo que queremos ver y sintamos lo que queremos sentir, soñemos lo que queremos soñar y pasemos por la vida como queremos pasar por la vida. Los magos basan sus trucos precisamente en el hecho de que el proceso de atención y conciencia del ser humano tiene un "cableado" muy fácil de piratear — cuanto más nos centramos en algo, más se nos escapa todo lo demás.
Me sentí libre porque me sentí mágica, porque es fantástico no ver el mundo como es, verlo como queremos que sea, con lo cual tenemos en nuestro interior una gran capacidad para ser felices e intervenir en el entorno desde nuestro propio bienestar, como los buenos magos, como cuando somos pequeños e inocentes y no distinguimos la realidad de la fantasía, o como cuando siendo mayores hay realidades que nos parecen incomprensibles y fantasías que nos llenan de felicidad: "¡Creer es crear¡", somos los artífices de nuestros sueños y nuestros sueños son nuestra vida: reivindico mi propia dosis de locura y auto engaño, quiero ser la maga de mi misma, quiero ver el mundo con mis ojos — y cuando ya no sea capaz de sacar un conejo de la chistera, quiero marcharme de puntillas sin que nadie descubra que he perdido los poderes ...

"El que no cree en la magia nunca la encontrará" Roald Dahl



Juan Tamarit, el más divino de los magos

8 comentarios:

  1. Gostei muito do texto.
    O nosso cérebro é uma máquina muito poderosa, com capacidades que nós nem imaginamos, não é?

    Faço minhas, completamente, se me deixares, as últimas cinco linhas do texto.

    Um beijinho grande

    ResponderEliminar
  2. Venho só acrescentar que vi o filme em 3D da Alie no País das Maravilhas. Adorei!

    ResponderEliminar
  3. A magia sempre é a razão. E haveria outra? Penso que não.
    Beijos mágicos para nossa amiga,

    bjs muitos

    ResponderEliminar
  4. Me quedo con: " nuestros sueños son nuestra vida"

    ResponderEliminar
  5. Había oído hablar de este libro en la Radio, lo buscaré en Teruel. Me parece muy interesante y realmente positivo, anima pensar que de certa forma neustra vida es magia, es como queremos verla. Ya lo dijo Calderón de La Barca, "la vida es sueño".Es eso, María, ojalá seamos unos buenos magos hasta el final de la función...
    Muy bonito, y también estoy de acuerdo con que Juan Tamarit es un fenómeno, uno de los mejores magos del mundo.
    Siempre a sus pies por arte de magia, Manuel

    ResponderEliminar
  6. Pois é, não tinha visto! Com a história dos "olhos fechados" vim menos vezes ao computador.
    Claro que é tudo magia e por que não há-de ser assim? Já basta existirem tantas coisas que não deveriam...só faltava que tivéssemos consciência disso "todos os dias".
    Mandamos passear os tais neurónios de vez em quando, e vemos o que queremos. Sonhamos em utopias, claro (acordados), e vivemos no nosso mundo. De esperança e realidades e de esperança de alterar certas realidades (que confusão!)
    Gostei: "...de lo poco que la vista alcanza el cerebro solo selecciona lo que más le llama la atención..."
    Bem, talvez eu fique a ver melhor, mas quanto a seleccionar só selecciono o que quero!
    Se não ainda fico "a sofrer da vista", como dizia o terrível Pessoa.
    Estou ok.

    ResponderEliminar
  7. Ah! Esquecia-me: gostei muito do mágico que puseste! E estou de acordo com a Isabel: também quero "dizer" o que vem naquelas 5 linhas finais!
    Beijos
    E Vivam as magas e os magos!

    ResponderEliminar
  8. ¡¡¡¡Maravilloso lo que escribes María!!!!

    Reivindico una gran dosis de locura, fantasía, imaginación, auto engaño, magia,...

    ¿Como podríamos vivir si no fuera así?...

    Un fuerte abrazo y ánimo para que sigas deleitándonos con tus publicaciones.

    Carmen Garrife

    ResponderEliminar