lunes, 13 de diciembre de 2010

VIVIR , MORIR





obra de Carroll Cloar






Ha muerto mi amiga de la niñez, la primera, la de la inocencia incontaminada, la de cuando reímos tanto, aún sin saber porqué. 
Hace nueve años nos abrazamos con el cariño de una vida entera, sin sospechar que aquel abrazo de reencuentro era también de despedida — casi nunca sabemos si lo que estamos haciendo es definitivo. Decir adiós, visitar un lugar, hacer el amor o bailar un tango, sentirnos todavía jóvenes y fuertes,  contentos o ilusionados — para todo hay una última vez, pero solo lo sabemos más tarde. 
Cuando perdemos a un amigo se nos encoge el corazón de frío, nuestra historia va así cambiando poco a poco, hasta llegar al punto de echarnos de menos a nosotros mismos...
Mi amiga había perdido su único hijo en un accidente de coche, y cuando la desolación la tenía prisionera, tocaron a la puerta para cambiarle la vida: era una chiquita menuda y triste que le soltó que estaba embarazada de su hijo, pero que no podía hacerse cargo de la situación, a lo que mi amiga le contestó, sin pensar, como si alguien hablase por ella: "Ten ese niño, que si es de mi hijo lo adoptamos, y si no lo es...también".

No temo a la muerte que simplemente está, es la otra cara de la moneda, llevarse bien con ella es aceptarla como el final de un viaje, la solución lógica para la lógica irrefutable de la vida. Sé de su presencia, oculta detrás de una cortina del salón de mi subconsciente, está pero la ignoro, no dejo que me perturbe paseando por los pasillos de mis días y mis noches; porque no la temo, la olvido. Sin embargo me tranquiliza conocer donde está la salida si un día la vida deja de interesarme: entonces iré hacia ella como si la felicidad estuviese a su lado, descorreré la cortina y le diré "¡llévame y acúname, quiéreme, acaríciame, sosiégame, sonríeme, hazme sentir niña otra vez antes de quedar dormida para siempre!"                 

       


fresco de Odilon Redon





5 comentarios:

  1. Sim, a morte é a companheira da vida. Tens razão quando dizes que é bom sabê-la ali ao lado, para o caso de precisarmos dela... o que não acredito é que precisamos...
    Porque ao lado da morte está a vida, "que me ha dado tanto" como a ti.
    Abraço sempre amigo.
    Escolhes pinturas "raras" -pouco conhecidas- mas sempre bonitas. Gosto muito de Odilon Redon e esta é linda!
    Bjs

    ResponderEliminar
  2. Vou dizer-lhe uma coisa que a escandalizará: o seu texto é muito melhor, muito mais forte, muito mais contundente e... poético do que o poema do Fernando Pessoa...

    ResponderEliminar
  3. Que amável é você, Manuel Poppe! Reconheço que o poema que escolhi é demasiado "desesperado", mas tem o selo inconfundível da genialidade do poeta.Eu gosto...

    ResponderEliminar
  4. Pois... mas essa "genialidade" é que eu nunca consegui sentir nele... Apenas um homem superiormente hábil, destituído de sensibilidade afectiva... Escandalize-se à vontade. Já o escrevi muitas vezes... Pessoa é um superior jogador de xadrez. Olhe, prefiro Sá-Carneiro, Régio, Nobre, Camões...
    Feliz Natal!

    ResponderEliminar