ELPAIS.com>Edición impresa>Opinión.. La necesidad del 15-M
DANIEL BERNARDO SOLER SERRAO - Granada - 11/09/2011
La politización y consiguiente falta de independencia de algunas instituciones del Estado, además de su descrédito, supone un retroceso del sistema democrático.
Desde el momento en que el Gobierno interviene en la designación de los miembros del Tribunal Constitucional, este tribunal deja de ser un órgano que administra justicia con neutralidad y aplicación del ordenamiento jurídico, para convertirse en un instrumento partidista que solo sienta en el banquillo al adversario — en el momento más oportuno — y archiva las causas propias para eludir la cárcel.
Así mismo los sindicatos mayoritarios, lejos de defender los intereses del trabajador, son cómplices silenciosos del partido que los financia, tolerando expedientes de regulación de empleo de empresas que han obtenido beneficios, falta de transparencia en el acceso a la función pública y un largo e insoportable etc.
Por ello el 15-M se convierte en el movimiento neutral y necesario de la sociedad actual, formado por miles de ciudadanos indignados con los privilegios y la inoperancia de la clase política, que aspiran a recuperar una normalidad en el funcionamiento de las instituciones y a que las decisiones de los gobernantes respondan realmente a la voluntad colectiva.
El 15-M tiene unas reivindicaciones con las que se puede sentir identificado cualquier ciudadano que crea en la justicia, la libertad y la democracia, sin necesidad de etiquetar al movimiento políticamente, porque si lo hiciera incurriría en la contradicción de convertirse en lo que denuncia, contradicción en la que incurren sistemáticamente algunas instituciones del Estado.
Las propuestas del 15-M deben ser escuchadas y tenidas en cuenta por los partidos, ya que supone una "intervención" necesaria del pueblo sobre la clase política para recuperar la democracia, único sistema capaz de salvaguardar el interés general sobre el de los mandatarios y de los mercados.
Su hijo tiene a quién salir, María, breve y conciso. Enhorabuena.
ResponderEliminarInolvidable Labordeta, siempre la emoción a flor de piel!
Un fuerte abrazo, su amigo aragonés.
Me quedo con todo, no tiene desperdicio.
ResponderEliminarManuel, está en todo, que buena memoria!
ResponderEliminarQuerido anónimo, no voy a poner más la arroba, porque si usted fuese mujer, seguro que ya hubiese ido más allá en sus comentários, que tanto agradezco. Se lo digo desde el cariño, espero que lo entienda, a mí me encanta su gusto.
Abrazos
"Vamos hacer con el futuro un canto a la Esperanza"
ResponderEliminarOjalá seamos capaces.
Labordeta nos remueve las entrañas.
La leo con gusto, pero de esperanza es de lo que peor andamos los pobres. Un abrazo, Amaya
Que orgullosa estoy de mi hermano, y de mi madre, no sólo por lo bien que escribís, sino por lo mucho que tenéis que transmitir....
ResponderEliminarOs quiero. Sara.
Associo-me ao grupo todo! E dá-me ternura o que a Sara diz... Ela tem toda a razão! E é tão bonito que o diga.
ResponderEliminarUm beijo
Temos que lutar sempre, o berço desse rapaz tem raiz e se chama Maria. Gracias amiga.
ResponderEliminar5 bjs enormes.
Tal mãe tal filho, tal como a Sara estou também orgulhoso.
ResponderEliminarBeijos