¿Qué es verdad?
¿Quién la conoce?
¿Es todo mentira, subjetivo, una mezcla de razonamiento e invención, realidad e fantasía?
Cada uno entiende la vida como puede, intentando ser feliz mientras gira alrededor de su eje del que no podrá escapar nunca, prisionero de un destino.
Nada es lo que parece, para todo hay una segunda lectura según el punto de vista, desde una gota de lluvia a una lágrima, un superhombre, un payaso, un paisaje, un perro, un príncipe o un mendigo.
Los humanos no somos transparentes, no sentimos todo lo que decimos ni decimos todo lo que sentimos, como en los versos de Miguel Hernández, todo confuso, turbio, oculto, oscuro: "menos tu vientre", noble y limpio.
De hecho uno de nuestros defectos de fábrica es la mentira, empezamos de niños a engañar y a engañarnos, por defensa propia, miedo, orgullo o carencia de auto estima, en un doble juego con las cartas marcadas que es un salva vidas emocional contra el rechazo. Necesitamos que la vida tenga un sentido, nos gusta amar y ser amados, admirados, alabados y así. Por eso también echamos mano de la fantasía para crear el retrato ideal de nosotros mismos...
Como decía Nietzsche, nuestras verdades son "una convención", lo que el ser humano construye y hereda son ideas a veces ilógicas e irracionales, creencias que nos rigen, ilusiones a las que nos sometemos para sobrevivir: la falsedad útil de que habla Foucault.
Al final las cosas tienen la importancia que queremos darles, en una interpretación subjetiva de un mundo inaccesible a nuestro conocimiento.
A mi edad tengo muy pocas certezas y muchas incertidumbres. A. Pérez Reverte











