Se está oyendo este despropósito relativo a los jóvenes de hoy día (20, 30, 40 años):
¿De qué están hablando?
—¿ De toda la promesa de futuro del país, de la juventud más alta y más sana, la mejor preparada de la historia, la que va a vivir más tiempo, en un mundo más comunicado, más informado, más unido, más transparente y más libre?
— ¿De los dueños de este país, cuando los que ahora les llaman "generación perdida" tengan las carnes colgando y las neuronas atrofiadas o estén ya criando malvas?
— ¿De obreros, de científicos, de médicos, de artistas, de profesores, de la gente que con su trabajo y sus habilidades sacará mañana el mundo adelante?
— De unos jóvenes que todavía tienen unos padres detrás que están luchando con ellos codo con codo, para que lleguen a tener la calidad de vida que se merecen, en una España libre y desarrollada donde un día han decidido traerlos al mundo?
— De millones de personas que aún tienen mucho camino por delante, y todo el derecho a soñar y a ser felices?
Se sale de catrástrofes naturales y de guerras devastadoras.
¿Quién dijo que nuestra juventud no va a salir de este bache vergonzoso, donde solo hay crisis para los que quieren trabajar y tienen las fuerzas para construir un país grande y libre?
Hoy hay cinco millones de parados, ¿y qué?
El tiempo no se detiene, y el mañana lo van a construir ellos entre todos — no los que no tienen más que dinero, y lo único que saben hacer es emporcar el planeta y embotar los cerebros.
El futuro siempre es de la juventud, así que aprendan a respetarla por encima de todo, y tengan la sensatez de partir de la base de que España es de todos los españoles, y que si aquí no caben los jóvenes, ¡entonces no va a caber ni Dios!
"Procuremos ser más padres del futuro que hijos del pasado" (Miguel de Unamuno)
Me quedo con el derecho inalienable de los jóvenes a soñar y a ser felices.
ResponderEliminarYo también estoy con los jóvenes españoles, me uno a ellos con todo mi corazón en este su emotivo despertar.
ResponderEliminar¡Ojalá haya suerte y consigan un mundo mejor!
SIempre a sus pies, Manuel